¿Cuál  es la causa de esta guerra? Los dos coinciden: «Todos sabemos que es  una batalla política del nacionalismo catalán, que utiliza los toros  como excusa, frente a España».
Les  pregunto por las posibles consecuencias que tendría esta prohibición.  Contesta Julián: «Mucho más de lo que se creen los propios catalanes,  aficionados o no: algo esencial de nuestra cultura, nuestra tradición,  nuestra historia... Una de las artes más intensas y verdaderas que  existen en el mundo, algo único: un hombre que se juega la vida ante una  fiera, la domina y crea belleza... Además, supondría una gran pérdida  en un sector económico importante, que da de comer a muchas familias.  Por supuesto, sería un desastre ecológico: la de-saparición de hectáreas  dedicadas a la cría del toro bravo. Y, en definitiva, la extinción de  este maravilloso animal: ¿Es eso lo que quieren?»
Abunda  Enrique en los aspectos más políticos: «Ante todo, supondría una gran  claudicación. Muchos catalanes, aficionados o no, están en contra de  esta barbaridad. Los toros son la Fiesta mítica española por excelencia.  Esta es una batalla del nacionalismo catalán. Para mí, está clarísimo:  Cataluña forma parte de España, exactamente igual que Valencia,  Andalucía, Extremadura... Todos juntos formamos un gran país. Por eso,  la prohibición sería un paso muy malo, mucho peor que el hecho de que  haya o no corridas de toros. No es esto lo único que pretenden, no van  por ahí los tiros».

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