El llamado monumento a las víctimas, es una edificación que el Ejército mexicano pretende levantar para honrar a los militares caídos en el combate contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dependencia encargada del proyecto y que ya lo registró en los planes de inversión de 2012, señala que el "Memorial del ejército y fuerza aérea mexicanos se erigirá en el campo deportivo militar Marte de la ciudad de México y constará de un cañón y un espejo de agua".
En placas que serán colocadas en el cañón se grabarán los nombres de los militares caídos en el combate al crimen organizado.
La Sedena señaló que el memorial tiene como propósito "honrar la memoria del personal militar que ha ofrendado su vida en la lucha contra la delincuencia organizada, contribuyendo con ello a elevar el amor patrio y la moral del personal militar".
Según la información que dieron a conocer el costo total será de 13.8 millones de pesos y se tiene planeado concluirlo en diciembre.
Según la información que dieron a conocer el costo total será de 13.8 millones de pesos y se tiene planeado concluirlo en diciembre.
¿Qué representa en realidad?
Distintas organizaciones civiles y sociales han manifestado su rechazo a la edificación al señalarlo como un nuevo acto de simulación y de falta de compromiso, si no va acompañado de un reconocimiento verdadero de la responsabilidad del Estado en dicho fenómeno y de un programa integral de apoyo.
Javier Sicilia, dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), sostuvo que el Memorial se trata de un monumento que "nosotros no queremos".
En entrevista el día de ayer, el poeta señaló que en los acuerdos de Chapultepec con el presidente Felipe Calderón, se determinó que sería un auténtico memorial, con todo un proceso de recuento de víctimas con nombres y hechos, que ni siquiera se ha iniciado.
Por lo que dijo que en caso de hacerse, "va a ser un ridículo” y van a salir mal parados, tanto el Presidente como quienes lo han acompañado.
Desde el lunes 30 de julio, horas antes de darse a conocer al ganador del concurso para construir el memorial, Sicilia afirmó que con la construcción que se proyecta, el gobierno federal ofende a los más de 60 mil muertos y 10 mil desaparecidos de la guerra contra el narco.
“El monumento será un inmenso insulto a los muertos, a las víctimas y a la nación entera, una voluntad de barbarie, una justificación de la guerra que se niega a recordar las horrendas consecuencias que ha traído”, afirmó.
"No representa a las víctimas de violaciones a los derechos humanos"
En el mismo sentido, el director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Juan Carlos Ramírez, aseguró que un verdadero monumento conmemorativo, "debe ser un proceso colectivo con las víctimas, y no una imposición legitimada por organizaciones que, si bien representan a las víctimas del secuestro, no representan a las de violaciones a los derechos humanos ni tienen una actitud crítica frente al gobierno".
Ramírez aseguró que su imposición puede resultar "un gasto innecesario de dinero y un nuevo acto de impunidad y corrupción. Un monumento a las víctimas que las víctimas no reconoce no tiene ningún sentido".
Por último dijo el editor y escritor que en vez de abonar a la reconciliación, el monumento es una continuación de "la política de simulación que el PRI le enseñó tan bien a los pancistas. Las deudas con las víctimas son muchas, y las verdades a medias que nos cuentan, al final de cuentas son mentiras".
Por último dijo el editor y escritor que en vez de abonar a la reconciliación, el monumento es una continuación de "la política de simulación que el PRI le enseñó tan bien a los pancistas. Las deudas con las víctimas son muchas, y las verdades a medias que nos cuentan, al final de cuentas son mentiras".