Con la tecnología de Blogger.
 
lunes, 19 de abril de 2010

Sa-Cerdotes. ¿Y el estado qué?

2 comentarios

Cuando se culpa a la Iglesia del encubrimiento de pederastas, parece olvidarse que la potestad para perseguir y castigar los delitos, corresponde a los estados nacionales. Quien debe hacer responsable penalmente al cura pederasta es el poder civil, y  quien debe hacer responsable penalmente al superior jerárquico por la indebida conducta sexual de su subordinado si hubo encubrimiento (en este caso, la responsabilidad del obispo por la conducta de su sacerdote) es, una vez más, el poder civil.

Los medios presentan un énfasis en la responsabilidad de los obispos por no denunciar a los sacerdotes de su diócesis. Sin embargo, el asunto no es unidimensional: los obispos suelen mantener una estrecha relación de trabajo con sus sacerdotes; usualmente se conocen desde el seminario, y llevan una sincera amistad. ¿Es deber de un amigo, denunciar a otro, bajo pena de encubrirlo? Los códigos penales suelen liberar a los familiares y amigos de la obligación de declarar en contra del acusado, lo que quiere decir que, si el obispo se abstiene de denunciar a su amigo, no comete ninguna conducta ilícita. Lo anterior es una exigencia racional y humana.

No está aquí a discusión el alto deber de los prelados católicos para salvaguardar los intereses de las víctimas (un deber incluso más alto que el de salvaguardar la amistad que el obispo pudiera tener con el sacerdote). Existe en ese rubro un verdadero incumplimiento de muchos obispos, pero es un incumplimiento a su deber religioso, a la caridad y piedad que presumen tener, pero no un incumplimiento a su deber legal. No son delincuentes.

Así pues, podemos distinguir tres responsabilidades: el deber pastoral de salvaguardar a las víctimas, el deber canónico de retirar del estado eclesial a los delincuentes, y la responsabilidad de la denuncia del ilícito, indagación, enjuiciamiento y encarcelamiento. Las dos primeras han sido violadas escandalosamente por el clero, y corresponderá al Papa enderezar a sus obispos y obligarlos a remitir todos los asuntos, sin importar sus lazos de amistad, a la Santa Sede. Pero la segunda –la legal nacional- ni toca a la Iglesia, ni hasta la fecha se ha reclamado a los estados nacionales con el furor que se le reclama a la Iglesia. Y curiosamente, es la medida más importante, a menos que se quiera argumentar que asusta más al nefando delincuente ya no poder oficiar misa que ir a la cárcel.

Es el poder civil quien tiene la obligación de perseguir a los curas pederastas. Lo que indudablemente es una tragedia es que, como señaló el periodista Rafael Cardona en su columna del 18 de abril, no tenemos para donde voltear a ver, porque el gobierno también tiene a sus distinguidos criminales.

En la imagen: Violento cacique, con repugnante pederasta, con pomposo protector-de-policías-que-abusaron-sexualmente-en-2006-de-26-mujeres-en-Atenco-según-la-Comisión-de-Derechos-Humanos.

2 Responses so far.

  1. Anónimo says:

    Es una burla que no le llamen a los sacerdotes pederastas DELINCUENTES, claro que lo son, ya que su investidura no les da impunidad,y tal investudura debería agravar el delto, deberían saber la violencia moral que ejercen una vez hechas sus tropelias, el daño moral qe causan y los daños colaterales, desgraciadamente todo ello impide hacer la denuncia respectiva, NO LOS DFIENDAN

  2. Anónimo says:

    Parece ser que no se entendió el mensaje. Hay que saber leer. Lo que dice la nota es que los "prelados católicos" que no denuncian a los sacerdotes pederastas no son delincuentes, es decir, no caen en una acción penada por la ley. Por supuesto que los sacerdotes pederastas si lo serían. En ninguna parte de la nota se dice " los sacerdotes pederastas no son delincuentes". Una lectura más atenta de la nota da cuenta de esto.

    AVZ

Leave a Reply

Etiquetas

 
Fénix Comunicación © 2011 DheTemplate.com & Main Blogger. Supported by Makeityourring Diamond Engagement Rings

You can add link or short description here