Por Sergio Levy
Costarricense de
nacimiento pero mexicana de espíritu y voz, éste domingo falleció Isabel Vargas
Lizano, mejor conocida como Chavela
Vargas, una de las grandes exponentes del género musical ranchero tan típico de nuestro país e
internacionalizado por ella misma.
A los 93 años de edad, encontrándose en un
mal estado de salud desde hace unos días, la “huesuda” le ganó la última
partida con un paro respiratorio; Chavela nos deja en este mundo material sin
su gran voz que emitía y con la cual hacía reproches a la vida misma así como al amor, del
cual supo y a raudales, en carne propia.
Chavela Vargas
nació en San Joaquín de Flores, Costa Rica, el 15 de julio de 1919. Llegó a
México alrededor de los 17 años y obtuvo la nacionalidad mexicana. Alrededor de
los 30 años de edad se dedicó a la composición y a la interpretación de la
música ranchera, sólo teniendo un lapso de espera en los años 70 pero en el año
de 1991 decidió regresar al escenario.
Canciones tan
bien conocidas como “La llorona” y “Paloma negra” nos recuerdan las
vicisitudes del hombre al paso de este mundo de dichas y desdichas y también
nos recuerdan el México de provincia.
Amiga de grandes personalidades del medio
artístico como José Alfredo Jiménez, con quien inició su vida artística, así
como Pedro Almodóvar, Joaquín Sabina, Eugenia León, Lila Downs, entre otros, Chavela Vargas se distinguió por su
carácter “fuerte”, siendo una mujer recia, de pistola a la cintura, puro en
mano y gabán rojo, de esa manera se atañía y desenfundaba la gran voz que
contenía su espíritu y daba rienda suelta a los por menores de amoríos, mujeres
despechadas, maltratos, situaciones sociales y sobre todo de una mujer que ama
la vida.
Es así como
recordamos breve pero agradablemente a una personalidad de nuestro mundo
artístico; la misma Chavela algún día mencionó: “no moriré, sino trascenderé”,
cierta frase que marcará a un ícono musical muy querido en nuestro país,
descanse en paz Chavela Vargas.
Don Levy, es usted un perito del comentario fatuo.
Gutiérrez González Mauricio