Mientras David le toma fotos a “El Cala”, Enrique y yo seguimos platicando, grabadora de por medio. Mira con orgullo todo el terreno que ahora ocupa el deportivo, y recuerda: “Nosotros cuando éramos chavitos no tuvimos un espacio como éste, como ahorita ves a los niños aquí. Nosotros vivimos entre las calles, entre la violencia, entre todos los problemas que pasaban en ese entonces. Si nosotros queríamos jugar en una calle, rompíamos un vidrio, nos corrían de la calle, nuestras propias familias, nuestros propios papás. Nos íbamos a la esquina, y en la esquina pasaban las patrullas… la montada pasaba en ese entonces todavía, y pues nos agredía por el solo hecho de estar juntos, y donde quiera que estábamos, o que nos pudiéramos juntar, pues como que le molestábamos a la gente”.
El hacinamiento, la falta de espacios para la convivencia, la ausencia de áreas verdes, son la constante en la mayoría de las colonias que conforman la delegación Iztapalapa, que paradójicamente tiene una extensión de más 116 kilómetros cuadrados, o sea, 7.5% de la superficie total del Distrito Federal.
“Te lo juro que no tuvimos niñez. No teníamos nada. Teníamos que ir hasta el Deportivo de Santa Cruz, al Deportivo de San Lorenzo. Y chavitos, ¿tú crees que nos iban a dejar?”, pregunta Enrique, mientras observa a un grupo de seis o siete niñas disputándose un partido de basquet.
Hoy a este lugar lo dominan los colores encendidos del grafitti, las formas tubulares de los juegos infantiles, el cemento de las canchas, las zonas cubiertas de pasto, los troncos del pequeño puente elevado en donde juegan los más pequeños, el blanco de las gradas, las piedras rojas de tezontle.
En donde antes hubo animales muertos, esqueletos de autos robados y desvalijados, basura, abandono y mal olor, hoy hay niños jugando, jóvenes entrenando, chavos haciendo grafitti, amas de casa y madres solteras aprendiendo a hacer collares con semillas y otros materiales naturales.
Mientras se coloca las gafas oscuras (que parecen ser el signo de identidad de la pandilla) en la cabeza, “El Chiquis” cuenta que: “Nosotros llegamos aquí cuando no había nada. Ahora sí que empezamos de cero. Mi madrecita y mi padre, dos cuartitos. Éramos nueve hermanos… cuando llovía pues las goteras, el agua se metía… así empezamos. Yo iba a la secundaria, y cuando nos pasamos pa’ cá pues me tenía que parar a las cinco de la mañana, y luego iba en los famosos guajoloteros. Entonces tuve que dejar la escuela. Nomás terminé primero de secundaria, porque, como le digo, estaba hasta Churubusco. Mis padres también no tomaban mucha atención por tantos hijos que éramos. Mejor decidimos empezar a trabajar, o sea, a buscarnos trabajo de albañil”.
Construir un centro cultural y deportivo autosustentable en esta zona era un asunto de primera necesidad. En esta delegación, con un alto índice de población desocupada, y en donde, en promedio, una persona gana menos de la tercera parte de lo que gana otra que desempeña el mismo trabajo en la delegación Miguel Hidalgo.
El orgullo rebasa a “El Chiquis” cuando platica que ellos fueron los fundadores de este deportivo: “Cuando todo esto era un basurero fuimos de los primeros que empezamos a hacer la organización”.
Pero tuvieron que pasar muchos años, muchos golpes, y una que otra catarsis, para que los chavos banda del barrio del “Agra” se decidieran a crear este remedio contra la violencia.
Bandas Unidas Iztapalapa tiene ya casi dos décadas de existencia: “ya 17 años constituidos como una AC, como asociación civil; 17 años y somos la unión de 35 pandillas de aquí, de las colonias aledañas”, dice Enrique, quien además es el coordinador general de la organización: “En promedio somos ahorita 2 mil 500 personas, entre pandillas de todas las colonias: Puente Blanco, Francisco Villa, Presidentes de México, Consejo Agrarista, Lomas de San Lorenzo, La Curva, El Triángulo, Las Peñas”.
La música fue la primera actividad que los unió: “El proyecto ya lo habíamos contemplado pero habíamos platicado con los líderes de las pandillas, o sea, no habíamos platicado con todas las bandas juntas. Los líderes nos habíamos juntado: ‘¿qué onda?, tú traes a tu banda. Tú calmas a tu banda’… La primera tocada que hicimos aquí fue así como que muy tensa, estuvimos acá, pero ya con las horas nos fuimos relajando, no hubo problemas. Y fue la primera tocada de rock and roll de Bandas Unidas Iztapalapa”.
Una vez que los líderes de las 35 pandillas consiguieron ponerse de acuerdo para realizar actividades recreativas en conjunto, sin pleitos y sin violencia, se dieron cuenta de que necesitaban un espacio físico permanente. Aquel terreno baldío en la colonia Consejo Agrarista, tiradero de basura, de carros desvalijados y animales muertos, era el candidato ideal.
Continúa Enrique: “Posteriormente, la Delegación Iztapalapa nos recibe; no me acuerdo quién era el delegado, y le comentamos cuál es el proyecto que tenemos en mente, le dijimos que éramos una organización, que queríamos desarrollar algunas actividades, que teníamos un predio ahí en el barrio, que era un tiradero, que lo limpiamos. Y que qué onda, que se mochara… Yo creo que su primera reacción o impresión fue: ‘Chale, ¿estos güeyes qué van a hacer?, les voy a dar recursos, les voy a dar un poco de material, y se van a drogar y se van a poner hasta su madre, y no van a hacer nada’”.
Pero ellos estaban decididos a no desperdiciar una oportunidad más: “Lo primero que hicimos nosotros con los recursos que nos mandaron… bueno, pedimos obviamente máquinas para que se llevaran todo porque nosotros ya habíamos limpiado pero no nos habíamos llevado todas las cosas”.
Su segunda visita a la delegación fue mucho mejor: “Sale el delegado y nos dice: ‘Cámara, cabrones. Ahí hay unos millares de tabique, cemento, acá…’ Y lo primero que hicimos, sellamos el perímetro”.
Era sólo el principio del sueño: una cancha de basquetbol y luego un aula de usos múltiples. Pero todavía faltaba algo: ¿cómo aprovechar mejor ese espacio?, ¿cómo evitar que se convirtiera otra vez en un basurero, o peor aún, en centro de reunión para venta y consumo de drogas? Con total entusiasmo y ya sin un asomo de agresividad, Enrique me cuenta:
“Empiezan a salir las propuestas de la misma banda. Propuestas que ellos ya tenían. Por ejemplo, había un tatuador: ‘qué onda, yo tatúo y se dibujar, y acá’… Pues vamos a enseñar a la banda a dibujar, y la chingada…”.
Quienes habían aprendido un oficio en la cárcel, como “El Chiquis”, comienzan a compartir sus conocimientos con otros miembros de su comunidad: “La gente nos conoce, sabe qué fuimos, sabe que somos chavos banda, pero ahora ya ven otra cosa. Vienen familias, vienen madres, vienen madres solteras. ‘¿Qué pasó Chiquis, podemos entrar al taller?’, y les digo: ‘sí, véngase’”.
“El Cala”, quien ahora ya exporta las calaveras (cerca de mil al mes) que hace junto con su esposa Sandra, imparte uno de los talleres más solicitados en el deportivo, el de papel maché.
Alejandra de la Torre, “Quirena”, la más joven de todos, con 22 años de edad, enseña a madres solteras, amas de casa, niñas y jóvenes, a hacer collares y pulseras con semillas y otros materiales naturales, pintados a mano.
También hay talleres de dibujo, pintura, actividades deportivas y grafitti, el orgullo de la asociación:
“Nosotros fuimos la primera organización del Distrito Federal y de México que hicimos una expo graffitti, un concurso de graffitti hace 18 años y mandamos a unos chavos a Los Angeles”, comenta Enrique.
Actualmente asisten a los talleres cerca de 350 personas cada semana. La idea es que aprendan estos oficios para que después puedan vivir de ellos.
Según “El Chiquis”: “No es necesario irse a chingar allá para aprender ese oficio. Ese oficio es muy bonito. Aquí muchos chamacos lo estudian y les agrada… señoras… yo tengo aproximadamente unas 60 personas que les damos clases y están muy interesados”.
Y aún cuando la delegación no les entrega los recursos económicos para adquirir más material, estos ex chavos banda lo compran de su bolsillo. Continúa “El Chiquis”: “¿Para qué?, para que no se perdiera esto. ¿Por qué? Porque para nosotros es muy importante ayudar a nuestra comunidad”.
Enlace:
[] Noticia: Asociación que salva vidas.
en donde esta ubicado???