Más de la mitad de los agentes diplomáticos y cónsules generales de México no pertenecen al Servicio Exterior Mexicano (SEM), aun cuando por ley este cuerpo de funcionarios es el encomendado de representar al país en el extranjero y de ejecutar la política exterior.
El decano del Centro de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Edmundo Hernández-Vela Salgado, critica que esta práctica está quitando espacio a los diplomáticos de profesión.
“Entiendo que hay ciertas necesidades en los gobiernos y que todos lo hacen, pero debería ser una cuota mínima, simbólica, en la que se nombre a esos personajes ahí donde su desempeño limitado no va a ocasionar problemas. Es decir, que no sea un premio mandarlos a las embajadas más peleadas porque ahí se vive mejor”, puntualiza.
El embajador en retiro Dueñas Pulido explica que las sedes más codiciadas son justamente donde suelen estar los funcionarios y políticos cercanos al presidente; las más de las veces, ajenos al servicio diplomático de carrera.
Se trata de “las perlas de la corona”, llamadas así no sólo por ser las representaciones más importantes en el extranjero, sino porque son las que reciben los mayores presupuestos para su operación.
Entre éstas, se encuentra la embajada en Estados Unidos, a la que se le otorga el mayor monto de entre todas las representaciones de México en el exterior. Tan sólo el año pasado, el embajador Sarukhán Casamitjana recibió 5 millones 470 mil dólares como presupuesto (64 millones 209 mil pesos al tipo de cambio actual).
En las embajadas en Francia y Reino Unido –también entre las más ambicionadas– despachan los primos Carlos Alberto de Icaza González y Eduardo Medina-Mora Icaza, aunque sólo el primero es diplomático de carrera.
Los nombramientos de Barrio Terrazas y Medina-Mora Icaza son paradigmáticos de una práctica señalada tanto por el exembajador como por el académico Hernández-Vela Salgado, en la que los puestos de embajadores y cónsules sirven para paliar destituciones o rechazo de otros cargos.
La designación de Barrio Terrazas, hecha tras la salida de Goicoechea Luna en 2009, se dio cuatro años después de que el político panista buscó, infructuosamente, ser el candidato de su partido en la elección presidencial de 2006. Tal postulación se le concedió finalmente a Calderón Hinojosa, quien ya como titular del Ejecutivo fue responsable de encomendar a Barrio Terrazas al país norteamericano.
En el caso de Medina-Mora Icaza, su nombramiento como embajador vino tras ser destituido como titular de la Procuraduría General de la República (PGR) y aun cuando carecía de experiencia como diplomático.
El académico Hernández-Vela Salgado señala que esta práctica de no exigir una formación como internacionalistas a quienes ejercen las funciones diplomáticas es deliberada, pues la directriz ahora es tener “gente obediente, que cumpla instrucciones”.
Y para tal propósito funciona mejor gente poco preparada, pero “simpática y favorable al gobierno en turno”, expresa.
A decir del titular del Seminario de Política Internacional en la FCPS, durante los últimos cinco gobiernos –todos de corte neoliberal–, ha habido un alejamiento de los principios que tradicionalmente habían normado la política exterior del país y se ha favorecido una tónica de libre mercado en las relaciones internacionales.
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[] Noticia: http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2011/05/11/servicio-diplomatico-prebenda-politica/