Los mexicanos podríamos sentirnos orgullosos de que nuestro presidente, representante de nuestro país, haya recibido tan distinguido premio, otorgado por una revista de mediana calidad en los Estados Unidos.
Pero mientras es reconocido del otro lado, aquí las cosas son distintas, es decir, son reales. El liderazgo del año, no nos está llevando a ningún lado. Nuestra situación económica empeora y parece que estámos siendo gobernados por una caterva de incompetentes que no pueden siquiera fijarse en que los billetes de cien pesos salgan con las leyendas correctas. El ejercicio del poder es una caricatura.
Lo importante en la política no es lo que sucede, sino lo que se dice que sucede. Si el presidente está en los medios promocionando su gobierno y consigue que lo otorguen reconocimientos al exterior, entonces su mandato puede de verdad considerarse como el mejor del año, aunque los datos duros muestren algo bien distinto.
Pero mientras es reconocido del otro lado, aquí las cosas son distintas, es decir, son reales. El liderazgo del año, no nos está llevando a ningún lado. Nuestra situación económica empeora y parece que estámos siendo gobernados por una caterva de incompetentes que no pueden siquiera fijarse en que los billetes de cien pesos salgan con las leyendas correctas. El ejercicio del poder es una caricatura.
Lo importante en la política no es lo que sucede, sino lo que se dice que sucede. Si el presidente está en los medios promocionando su gobierno y consigue que lo otorguen reconocimientos al exterior, entonces su mandato puede de verdad considerarse como el mejor del año, aunque los datos duros muestren algo bien distinto.
Enlace:
[] Noticia: Calderón recibe en Miami el premio líder del año
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