El caso es que Monterrey -la Sultana del Norte, capital del Estado de Nuevo León, a dos horas en coche de la frontera texana de Estados Unidos- era conocida hasta ahora por ser la sede de importantes grupos empresariales y financieros -Femsa, Cemex, Alfa...-, así como por poseer una de las más punteras universidades de la República, el TEC de Monterrey. Pero de un par de años para acá se ha llenado de lugares equivocados, de horas equivocadas, de preguntas sin respuesta. Las principales organizaciones de narcotraficantes que se disputan la plaza -el cartel del Golfo y el de Los Zetas- protagonizan a diario los aquí llamados "narcobloqueos". Un grupo de sicarios roba tres o cuatro autobuses y con ellos bloquea una de las principales avenidas de la ciudad para evitar que el cartel rival o el Ejército interrumpa alguna de sus acciones delictivas. Otras veces lo hacen simplemente para surtirse de camionetas de lujo, para demostrar poderío, para asustar... Y a fe que lo consiguen.
Desde que, en julio de 2008, Alejandro Junco, presidente y editor del grupo periodístico Reforma, advirtiera públicamente del "insoportable" grado de inseguridad de Monterrey y anunciara que, para no comprometer su integridad editorial, había decidido poner a su familia a salvo "refugiándola" en Texas, la diáspora no ha hecho más que crecer. Además de la sangría diaria, una serie de sucesos concatenados ha hecho saltar todas las alarmas. El 19 de marzo, dos estudiantes del TEC cayeron bajo las balas del Ejército, que en un primer momento pretendió hacerlos pasar por sicarios. El 20 de agosto, un enfrentamiento entre sicarios de Los Zetas y cuatro guardias privados de Femsa en los alrededores del Colegio Americano se saldó con dos escoltas muertos y otros dos secuestrados. Aquello colmó la paciencia del consulado de Estados Unidos, ya muy preocupado por el alto número de secuestros. EE UU decidió que los hijos pequeños de su personal diplomático tendrían que abandonar obligatoriamente Monterrey y ponerse a salvo en Estados Unidos. Para finalizar el año más horrible de la historia de la ciudad, al amanecer del 31 de diciembre una mujer apareció colgada de un puente bajo el que miles de ciudadanos tienen que pasar para ir al trabajo. Se trataba de La Pelirroja, una conocida secuestradora que, tan solo unas horas antes, había sido sacada del penal donde se encontraba gracias a la complicidad de los funcionarios. En un principio se pensó que se había tratado de un rescate. Enseguida se supo que no. Un grupo rival la había secuestrado para ahorcarla a la vista de todos. ¿Quiénes fueron? ¿Por qué? ¿Para qué?
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[] Noticia: Disparan a la joya de México.