En las últimas décadas, inmigrantes indocumentados han aportado miles de millones de dólares al fondo del Seguro Social de Estados Unidos con lo que han ayudado a cubrir parte del déficit que afecta el sistema de pensiones público estadounidense.
Con sus contribuciones, los inmigrantes han estado contribuyendo a los fondos del retiro de los llamados "baby boomers", la generación de niños nacidos después de la Segunda Guerra Mundial cuando EE.UU. experimentó un aumento poblacional.
La aportación de los indocumentados es significativa en momentos en que los estadounidenses encaran la difícil elección de recortar las pensiones, dilatar la edad de retiro o elevar los impuestos para mantener la solvencia de lo que ha sido la pieza central de su bienestar social desde los años 30.
Según cálculos de la propia administración del Seguro Social (SSA por sus siglas en inglés), solo en 2007, trabajadores sin papeles contribuyeron con cerca de US$12.000 millones al flujo en efectivo del programa.
Ya que no pueden cobrar esos beneficios debido a su estatus migratorio, los aportes de los indocumentados se han convertido en un efecto neto positivo en el estado del programa Seguro para la Vejez, Sobrevivientes e Incapacidad de (OASDI por sus siglas en inglés) de EE.UU.
Con base en los cálculos que realizó en 2007 el actuario de la administración del SSA, Schumacher Matos concluyó que para ese año, ya el Seguro Social había acumulado entre US$120.000 millones y US$240.000 millones de inmigrantes no autorizados en las últimas décadas.
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[] Noticia: Indocumentados contribuen al seguro social de los E.E.U.U.