La corrida celebrada el 20 de junio, dentro de la Feria de San Juán del Río en Queretaro, ha dado mucho de que hablar en el medio taurino, pero poco o nada se ha dicho de algunos detalles, que en nuestra opinión son de suma importancia para entender el momento que vive ahora la fiesta brava en México.
Se corrieron siete bureles de la ganadería de Xajay, similares en tipo y que dieron un excelente juego, a excepción del segundo (primero de la lidia ordinaria) y del octavo, ya que el séptimo se despitorró y lo mataron sin ser lidiado.
También se contó con la participación del rejoneador José Miguel Corral y los forcados de Juriquilla, que con un toro de la ganadería de La Venta del Refugio, a nuestro parecer no hicieron nada relevante y pasaron desapercibidos.
Lo interesante y más relevante en cuanto a técnica surgió con el primer burel que tocó lidiar al maestro Eulalio López Zotoluco. Fue un toro que se quedaba corto y no humillaba por completo, pero con el amplio bagaje técnico del maestro de Azcapotzalco, logró dominar a su enemigo, y con su poderosa muleta logró pases de enorme factura, tanto naturales también así con la derecha.
Es dable mencionar esta faena, que fue premiada con un apéndice. Si comparamos este primer toro, con el lidiado en último lugar por el queretano Octavio García el Payo, veremos que tenían condiciones similares, y sin embargo el joven coleta no tuvo ese conocimiento técnico que se necesita para, en primer lugar dominar a su enemigo y después sacarle los pases que pueda tener.
Pareciera que esta falta de elementos técnicos, es una constante en los coletas mexicanos (novilleros y matadores) y como es lógico, son éstos los elementos fundamentales del toreo. Revisemos las faenas realizadas por los matadores ibéricos, no digamos las grandes figuras, sino los más jóvenes; nos percataremos que si bien no realizan grandes faenas a todos los toros por lo menos no se ven mal frente a sus enemigos, y esto es debido al bagaje técnico.
Por otra parte, comparemos la lidia realizada por el matador hidrocálido, José María Luevano a su primer toro y la realizada por Zotoluco a su segundo enemigo. El burel de Luévano, que sin duda merecía el indulto, logró hacer una buena faena, empero creemos que fue un tanto eléctrica. Le falta ese elemento fundamental de la lidia: el temple. Sin este elemento, aunque el toro embista con franqueza, no se podrá lograr una faena de esas que son inolvidables, por la poca parsimonia que se le imprime.
En cambio, los pases que logró el maestro Zotoluco en su segundo fueron de gran lentitud, con mucho arte. Aunque fue de una duración menor y el toro no era tan bueno como el primero de Luévano, sí tuvo un mayor fondo su faena. Y de manera sorpresiva el juez de plaza premió con un sólo apéndice esta gran faena.
A partir de lo anterior es posible concluir que, en este momento el único matador mexicano fígura y con un toreo completo es Eulalio López "Zotoluco" . En diversas ocasiones nos ha demostrado que es de los pocos con la capacidad de plantarle cara a los coletas españoles y galos.
Y por otra parte, es hora de que las diversas escuelas taurinas de nuestro país, pongan enfasis en la técnica, de lo contrario, la carencia de esta, se volverá un defecto atávico en nuestros toreros.
Y por otra parte, es hora de que las diversas escuelas taurinas de nuestro país, pongan enfasis en la técnica, de lo contrario, la carencia de esta, se volverá un defecto atávico en nuestros toreros.
Aunque está muy bien redactado y analizado el tema; en una opinión personal me parece una verdadera lástima que se hable a favor de un espectáculo tan cruel. Ojalá las personas que disfrutan de la tauromaquia pronto encuentren un pasatiempo más bonito. Saludos.