Movimiento Revolucionario del Magisterio

En los años 50, inicia este movimiento, referente importante en la historia sindical de nuestro país. Cuando los líderes sindicales negocian con el gobierno un aumento salarial que apenas llega a la mitad de la demanda inicial, Othón Salazar, maestro normalista, inconforme, convoca a un mitin. Como sucedía y sucede ahora, cuando los trabajadores buscan la autonomía frente al gobierno el movimiento fue reprimido. "Se reprime la manifestación del 8 de septiembre y se detiene a Othón en su casa, donde se le amarra y venda. Se le somete a violentos interrogatorios y se le exige que confiese: “¿Cuántos rublos recibes de la Unión Soviética?". El mito del comunismo sirvió de justificación en estos tiempos para acabar con las demandas sociales.

Su lucha tiene rasgos considerables: la participación de las maestras, quienes sin ocupar algún puesto de dirección, tienen la militancia más activa. "Las distingue la esperanza en la independencia sindical, la lucha por el aumento salarial como recuperación de la vida cotidiana, el hartazgo ante las depredaciones sindicales."

A la par de otras manifestaciones de trabajadores en esos años, como la de los ferrocarrileros, los petroleros, los electricistas, los maestros creían que antes de hablar sobre la lucha de clases, se tenía que ejercerla y eso implicaba un trabajo colectivo.

Definitivamente, como lo comentamos, en el caso de los trabajadores ferrocarrileros, era ese un sindicalismo, surgido desde las bases, que exigía mejores condiciones de trabajo y cuyos motivos "se originan en demandas económicas y en exigencia de democracia sindical."

Esto es algo que obliga a la reflexión sobre el actual caso del SME, en donde si bien se puede no estar de acuerdo con las formas de actuar del sindicato, y de sus trabajadores (las opiniones desfavorables de los ciudadanos hacia el servicio y corrupción en Luz y Fuerza, no son gratuitas), hay que saber que lo que está en juego es la estabilidad en el empleo de los que aquí vivimos( en cualquier momento un trabajador puede perder su empleo, sea este de un sindicato "aguerrido" o uno no sindicalizado) y una oportunidad de replantear la democracia sindical, como vemos en el caso del magisterio existió independencia de los trabajadores con respecto a la estructura sindical que ya existía: las asambleas realizadas no fueron convocadas por los líderes "formalmente" reconocidos.

Desafortunadamente, en estos momentos existe desconfianza hacia las organizaciones de trabajadores, porque existió una degradación de las mismas, a partir de la corrupción de sus líderes y del charrismo, pero hay que saber que detrás de ellos, existen miles de trabajadores que perdieron su trabajo, y que tienen a una familia que mantener y que ya no cuentan con una fuente segura de ingresos.

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