Transcribimos algunos fragmentos:
P. ¿Es usted peligroso para las mujeres?
R. En el fondo pueden pensar que no dejo de ser un hombre que está abordando cuestiones de las que tradicionalmente se han ocupado ellas.
P. Yo hablaba de la distancia corta.
R. Pues en absoluto. Soy una persona muy sumisa y muy tranquila.
P. En una cena de chicas, ¿se consideraría una más?
R. Sí, absolutamente. De hecho, uso mucho el femenino cuando estamos reunidas.
P. Como si fuera una miembra.
R. Efectivamente.
R. Lo que tengo más perjudicado es el corazón. Abordar la violencia de género, a sabiendas de que eres un incomprendido, porque no dejas de ser un hombre para las mujeres, y no eres un hombre del todo para los hombres, genera a veces una situación difícil.
Este mentecato, ejemplo del feminismo más burdo, cree que las mujeres son unas perfectas panolis (hermosa palabra que significa simples y fáciles de engañar) a las cuales, como no se les puede hablar bien, recio y directo, se les tienen que hacer metáforas dulzonas y barbaridades gramaticales para que de verdad entiendan que sí son iguales a los hombres.
Por cierto, esta persona también ha declarado que los hombres que, tras los divorcios, defienden y luchan por la Custodia Compartida de sus hijos son los "nuevos machistas, porque tratan de contrarrestar y cuestionar el hecho de que las mujeres sean consideradas como las idóneas (sic) para ejercer la custodia de los hijos".
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[] Noticia:
Lorente y los nuevos machistas.
Uso el femenino cuando estamos reunidas