En un artículo difundido el día de hoy por medio de su portal en línea, el periódico estadounidense The Washington Post realiza un análisis de los que expone como “los impresentables” del Congreso en nuestro país.
Entre los personajes que menciona el texto,
están los familiares de personajes políticos activos, como la hermana del
Presidente Felipe Calderón, Luisa María, “Cocoa”; el nieto y la hija de la
lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo; así como la sobrina de la esposa
del Presidente, quien también tiene su lugar asegurado en el Congreso.
Igualmente, reseña a personajes poco admitidos
por la opinión pública, quienes tendrán sus lugares ganados como “pago de
favores o para compartir el poder entre los grupos de interés”, miembros que
serán activos del Congreso y que formarán parte sustancial “en el cuerpo de
deliberación nacional”.
El texto del periódico norteamericano también refiere a miembros del legislativo que
formarán parte de la llamada “telebancada”, personajes con nexos directos al “duopolio televisivo” preponderante en el país.
Estos casos han sido ampliamente referidos al conocimiento público, como Emilio Gamboa
Patrón, quien es un conocido intermediario de los intereses de los grandes
consorcios mediáticos del país.
La abogada Arely Gómez, hermana del vicepresidente de
Noticias de Grupo Televisa, Leopoldo Gómez o Ninfa Salinas, hija de Ricardo
Salinas Pliego, accionista de TV Azteca, y exdiputada federal.
E
inclusive Alejandro Puente, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de
Televisión por Cable, organismo alineado a los intereses de Grupo Televisa y
que está a la espera de saber si Movimiento Ciudadano cuenta con el porcentaje
necesario para ocupar un escaño en el Senado.
No sólo los próximos miembros del Poder Legislativo servirán a los fines del consorcio de medios de comunicación, sino que muchos, que también llegan por la vía plurinominal, son "de los personajes más poderosos del país", por lo que son colocados para servir a intereses privados, sobretodo de empresas.
Por esta vía también llegarán los denominados "legisladores chapulines" que saltan de un puesto a otro en el Congreso, quienes son “actuales gobernadores, ministros
gubernamentales, además un portavoz presidencial o dos y el infame ex-alcalde
de Monterrey”.
En la Cámara de Diputados 300 lugares son ganados
por voto directo, mientras que 200 son distribuidos en los partidos, en
proporción a cuantos votos ganaron en las elecciones. En el Senado, que tiene
128 lugares, 96 son votados y los 32 restantes son de “representación
proporcional”.
Lee el artículo original de The Washington Post