Hace casi dos años en este espacio, al hablar de la computación en nube "cloud computing" expresamos nuestra preocupación porque el hecho de contar con la información guardada y lista para ser usada en cualquier momento, podría afectar los procesos de enseñanza y memoria:
"A lo que queremos llegar es a esto: hay que reconocer en que formas la tecnología nos está cambiando. Hemos pasado de una forma de entender la información generada en la red basada en el almacenamiento de la misma en una computadora personal a otra en que la información está lista para ser escuchada y luego, muy posiblemente, olvidada.
Esto también afecta a la enseñanza: ya no es necesario memorizar, aprender datos útiles, para luego facilitar la comprensión; ahora todo está en la nube de la red y cuando se tenga la necesidad de alguna información, la misma no estará en nosotros, estará en otro lado, lista para ser usada en el momento y luego olvidada, para volver a recordarla después, ya que siempre estará ahí para la consumamos y la desechemos."
Esto también afecta a la enseñanza: ya no es necesario memorizar, aprender datos útiles, para luego facilitar la comprensión; ahora todo está en la nube de la red y cuando se tenga la necesidad de alguna información, la misma no estará en nosotros, estará en otro lado, lista para ser usada en el momento y luego olvidada, para volver a recordarla después, ya que siempre estará ahí para la consumamos y la desechemos."
Ahora, un estudio reciente publicado en el diario El País, da cuenta de esta situación, con datos duros. Transcribimos partes del mismo:
Un experimento liderado por Betsy Sparrow de la Universidad de Columbia y publicado en Science pretende demostrar que la confianza en poder encontrar un dato relaja el esfuerzo para recordarlo. Según los investigadores, se detectó más esfuerzo en recordar dónde se podía encontrar un dato que en recordar el dato en sí. La existencia de buscadores como Google, que permiten buscar todo tipo de datos, influiría, pues, en los hábitos de la memoria.
Este mecanismo mental no es nuevo de la era digital. En 1985, el psicólogo David Wegner propuso el concepto de "memoria transactiva" que se demuestra en un grupo de trabajo donde un experto en una materia se despreocupa de retener otro tipo de conocimientos que sabe posee otro miembro del equipo.
Uno de los experimentos para probar la tesis consistió en dar determinadas informaciones a un grupo de personas. A la mitad de las mismas se les explicó que las citadas informaciones se guardarían en un ordenador. La otra mitad estaba convencida de que no se salvarían en ningún sistema de almacenamiento. Las personas que pensaron que no precisaban retener los datos porque estaban guardados demostró menos capacidad para recordarlos que quienes fueron advertidos de la que la información se perdería. Es decir, inconscientemente hacemos menos esfuerzos para recordar una información que sabemos donde consultar.
Otra prueba consistió en escribir una serie de preguntas y respuestas en un ordenador. Algunas de ellas se guardaban en un sitio específico, otras en uno de genérico y un tecer grupo de respuestas se borraban. Al ser preguntados después, las personas que participaban en la prueba demostraron que recordaban mejor los datos que habían borrado que los que habían conservado en el ordenador y que tenían muy claro cuáles habían sido guardados aunque no recordaran exactamente dónde. Un nuevo experiemto, muy similar, permiitó ratificar que se recordaba mejor donde se albergaba un dato, y si este había sido conservado o borrado, que el propio dato.