Fue patente la técnica, el poderío, el agradable estilo, la vergüenza torera, la valentía y demás cualidades que el matador Arturo Saldívar ha plasmado en su corta carrera y que demostró de forma particular en la inauguración de la Temporada Grande 2011-2012 del coso de Insurgentes.
El primer toro de su lote fue un galimatías al cual Saldívar logró cuajarle una faena ... de poderío y técnica, de un valor inconmensurable y una importancia histórica, pues es un ejemplo ilustrativo de cómo redondear una faena ante un burel con pocas condiciones para el triunfo. Infortunadamente el torero hidrocálido pinchó hasta en dos ocasiones y se perdió la oportunidad de cortar una oreja ganada a ley.
De igual forma con su segundo enemigo demostró el gran bagaje técnico con el que cuenta, amén de la valentía y honradez; pero a diferencia de su primero, este se dejó meter mano y logró buenos pases y una tanda por derecha de gran profundidad, que culminó con bernardinas y un estoconazo que le valió el corte de dos apéndices.
Es en este punto donde seguramente divergirá el presente texto de la mayoría de las opiniones que se publican en otros medios. Se cree que el corte de ambas orejas se debió un tanto por la presión del público y otro más para compensar que no se le pudo conceder en el primer astado trofeo alguno. Los premios concedidos en una plaza de la categoría de La México, deben ponderarse seriamente, ya que de otra forma se demerita tanto la jerarquía de la plaza, así también el significado de esos galardones. Prueba de ello es que, no conforme con ser ya el indiscutible triunfador de la tarde y al ver que Enrique Ponce se decidió por regalar un toro, el torero Saldívar se aventuró a regalar otro más. Se colige que no quería que el valenciano le ganara las palmas y la tarde, es racional que haya una competencia entre los coletas. Empero, creemos que esa condición de contención le resta valor artístico a lo ya realizado con anterioridad.
No es óbice para afirmar lo anterior el hecho de que en su toro de regalo, Saldívar haya cortado un rabo (que por cierto también fue por una faena sobrevaluada). Lo que se trata de advertir aquí es que las obras de arte –como efectivamente lo es la lidia de una res brava- no son creaciones que se puedan realizar de forma mecánica y a granel. Al contrario, son quehaceres que se deben apreciar con detenimiento y concentración, para a partir de esto lograr el ensimismamiento de los sentidos y los sentimientos. De lo contrario, se corre el riesgo de tornar al arte en simples competencias deportivas, en estadísticas y en pura banalidad execrable.
Se reitera, fue palmaria la capacidad de Arturo Saldívar, así también su pundonor y honradez, es altamente probable que en un corto tiempo se le vea como primera figura del toreo en México; sin embargo hay que cuidar el trato que se le da al arte, la competencia entre profesionales del toreo es inexorable… ¿al grado de volver sus obras artísticas solo datos fatuos y sin un contenido?