“Pero tenemos que ser honestos también. Hoy me acompañan muchos periodistas que han venido de otros países, sorprendidos del respaldo que tiene el fujimorismo. Y yo les digo que gran parte del reconocimiento de la confianza que ustedes me están dando se debe al recuerdo, a la gratitud por la obra y los logros del mejor presidente de Perú, Alberto Fujimori. Que se escuche hasta la Diroes: un aplauso para el Chino”.
Lo anterior es parte del discurso de cierre de campaña por la presidencia peruana que Keiko (Keiko Fujimori) pronunció el 8 de abril de este año. Dado que Keiko, la ballena asesina que divirtió a miles de niños en Reino Aventura (y en liberen a Willy) era macho, es prudente aclarar que Keiko Fujimori es mujer.
Después de mostrar falta de sueño y apetito, y su incapacidad para integrarse con sus iguales, Keiko murió de pulmonía. Pero aún hablamos de la ballena asesina, dado que la otra Keiko, la fujimorista, sigue viva, y de hecho obtuvo el segundo lugar en la primera vuelta de las elecciones.
Cabe señalar que Keiko sale de una investigación sobre si sus estudios fueron financiados por su corrupto padre con dinero de los impuestos. En este caso sí hablamos de la política, dado que Keiko la ballena no tuvo estudios.
El primer lugar en la elección lo obtuvo el candidato de izquierda Ollanta Humala; militar de carrera, anti-fujimorista (así haya sido “el mejor presidente de Perú”, según ya leímos en el discurso de Keiko. La política, no la ballena asesina), se ha distanciado del modelo de Hugo Chávez y más bien se ha replegado al modelo brasileño; la prensa derechista, y no sólo de Perú, sino de lugares como España, lo califican de “populista” y “ultranacionalista”.
Ambos se disputarán la segunda vuelta; la reivindicación del gobierno corrupto de Alberto Fujimori, o la expansión de los modelos de izquierda en Latinoamérica, será lo que esté en juego.
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