Al viejo estilo, alzando el dedo y de voz propia para votar, cerraron los senadores el primer día de sesiones en su nuevo edificio de Reforma e Insurgentes calificado de muy moderno. Y no fue porque los invadiera la costumbre, sino porque la tecnología de punta no se les dio.
Así fue el primer día en el nuevo recinto senatorial, de falla en falla, en un edificio cuya obra fue llevada a la pantalla chica por Discovery Channel por su majestuosidad, pero que por lo menos en el primer día de uso dejó sentir su falta de funcionalidad simple y sencillamente porque el inmueble está sin concluir.
No sólo fue el sistema de votación, fue el sonido que no permitió a los estenógrafos hacer su trabajo, fue la comunicación, fueron los escasos baños que obligó a muchos hacer cola, la falta de mingitorios, elevadores insuficientes, falta de agua, oficinas sin funcionar y aislamiento de los representantes de los medios de comunicación.
Por si fuera poco, al terminar la sesión ordinaria que siguió a la solemne, los senadores regresaron a sus oficinas del Caballito o de la Torre Azul en donde seguirán pagando renta, comentó uno de ellos “por lo menos un mes más”.
Todo lo anterior no importó a los senadores para estrenar recinto, de lo que se trataba era de comenzar ya a trabajar ahí, darle valor de uso a la inversión de 2 mil 563 millones de pesos.
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[] Noticia: Cambian recinto, mucho lujo, cero eficacia.