En el caso Padilla vs. Kentucky, la Suprema Corte de Estados Unidos ha decidido que un inmigrante que se declare culpable de un crimen, puede obtener la anulación de su confesión por falta de correcta asesoría legal que le informe sobre la posibilidad de ser deportado.
El señor Rodilla, inmigrante permanente de origen hondureño y veterano de la guerra de Vietnam, se declaró culpable de traficar con mariguana, tras haberle asegurado su irresponsable abogado que no podía ser deportado “pues ya llevaba muchos años en EE.UU.” El argumento jurídico, como se ve, era sólido como una roca. Aún así, para sorpresa del señor Padilla y de su pazguato defensor, se ordenó su deportación.
La discusión en la Suprema Corte se centró sobre si la deportación era una consecuencia principal de declararse culpable, o bien si era incidental y por tanto la omisión del abogado no se configura como falta de defensa adecuada.
La interpretación extensiva sobre la Sexta Enmienda de la Constitución estadounidense que garantiza tal defensa, a favor del derecho de los inmigrantes a conocer la posibilidad de ser deportados, fue criticada por los jueces Roberts y Alito, que señalaron que debiera bastar, por lo complicado de la legislación sobre inmigración, que el abogado se abstenga de opinar y sugiera al cliente consultar a otro abogado experto en inmigración.
Con el fallo de la Corte, ahora puede acudir el señor Padilla a la Corte de Kentucky para controvertir su confesión, con lo que evitará de momento su deportación.
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[] Noticia: Supreme Court says lawyers must tell immigrant clients of deportation risk