Al soldado mexicano lo hará la ocasión, pero no al español.

El ejército mexicano, con su escaso criterio, anticuados pertrechos, inexistente formación ética y alarmante estrechez de miras –nos abstenemos de poner ejemplos concretos, pero pueden consultar una lista interminable de abusos del ejército en cualquier buscador-, difícilmente puede inspirar respeto o miedo a otras personas que no sean civiles mexicanos desarmados. La superioridad moral de las fuerzas del Estado, sobre las bandas criminales, muchas veces se reduce a que las huestes del gobierno tienen más balas; fuera de eso, nadie se ha molestado por ofrecer a los militares una verdadera superación cultural ni moral. Y así nos ha ido…

Las cosas empero son diferentes en España; el debate sobre una nueva Ley de Derechos y Deberes de los Militares, intenta otorgar un marco regulatorio a un ejército que se ha abierto en su totalidad, y en todos los rangos, a las mujeres; que cuenta con psicólogos para atender a los soldados, y que se espera pronto ofrezca a sus tropas los derechos de libertad de expresión y de formación de asociaciones que defiendan sus intereses. Y a partir del 1° de septiembre de este año, los militares podrán cursar una carrera universitaria en el sistema educativo general, a la par de su formación castrense, con el elocuente objetivo de formar “ciudadanos de uniforme”.

También se prevé la modernización del Código de Justicia Militar español, especialmente para adecuarlo a los requerimientos del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, que prohíbe los arrestos no judiciales, en tiempo de paz.

El dotar a las fuerzas armadas de una educación y una formación social, no es una simple moda; es asegurar que los soldados se superen y sirvan con eficacia a un país que les ha dado algo más que un fusil. Lo que España está realizando es la dignificación del servicio castrense, lo que aún vemos muy lejos en México, para infortunio de todos nosotros.

Alfonso Galván Robles

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[] Noticia: El nuevo soldado no es Rambo

“Les explicamos que no tienen que ser héroes”