Un alminar es la torre de una mezquita desde donde se realiza el "adhan" o llamado a la oración.
En Suiza en fechas recientes votaron a favor de eliminar los alminares, en un referéndum convocado por el partido de ultraderecha, el Partido Popular Suizo.
Aun cuando los alminares actualmente no se utilizan para cumplir con su función y que no es una práctica relevante dentro de la religión islámica, hay quienes "han tratado de convencer al pueblo suizo de que el alminar es "un signo de dominación política y de expansión del islam en tierras suizas".
Dicha prohibición es absurda e innecesaria y para lo que se está votando es para impedir la penetración de la cultura musulmana en territorio suizo: "los resultados de esta votación expresan, sin duda, los miedos e inseguridades existentes entre la población de que los pensamientos fundamentalistas islámicos puedan conducir al establecimiento de sociedades paralelas que se aíslen, que rechacen nuestras tradiciones estatales y que ignoren nuestro orden jurídico".
Es una reacción de miedo ante lo diferente y de negación del otro. Lo que se pretende mostrar como una defensa de las tradiciones nacionales, en realidad es una manifestación de decadencia de su propia cultura. Si en verdad se tuviera una identidad fuerte, el acercamiento con otra religión no tendría que se problema para ellos. Cuando se tiene definida la identidad, lo natural es el diálogo con el otro. En este caso, lo frágil de las tradiciones lleva a la intolerancia, de forma bastante rídicula, por cierto.
Dicha prohibición es absurda e innecesaria y para lo que se está votando es para impedir la penetración de la cultura musulmana en territorio suizo: "los resultados de esta votación expresan, sin duda, los miedos e inseguridades existentes entre la población de que los pensamientos fundamentalistas islámicos puedan conducir al establecimiento de sociedades paralelas que se aíslen, que rechacen nuestras tradiciones estatales y que ignoren nuestro orden jurídico".
Es una reacción de miedo ante lo diferente y de negación del otro. Lo que se pretende mostrar como una defensa de las tradiciones nacionales, en realidad es una manifestación de decadencia de su propia cultura. Si en verdad se tuviera una identidad fuerte, el acercamiento con otra religión no tendría que se problema para ellos. Cuando se tiene definida la identidad, lo natural es el diálogo con el otro. En este caso, lo frágil de las tradiciones lleva a la intolerancia, de forma bastante rídicula, por cierto.
Enlace:
[] Noticia: Los suizos votan a favor de prohibir los minaretes en las mezquitas
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