Esta nota de la Jornada es un claro ejemplo de los errores que se cometen en la redacción de notas jurídicas. Está claro que el derecho no fue lo que estudiaron o no es en lo que trabajan los periodistas, pero en esta y en otras materias podrían por lo menos asesorarse.
Primero la confusión entre el amparo y la suspensión definitiva; en la nota se da entender que se ganó el amparo aunque en realidad se otorgó una suspensión, siendo el caso que en términos sencillos, la primera decide el juicio en lo principal negando o concediendo el amparo, y la segunda suspende los efectos del acto de la autoridad , durante la tramitación del juicio.
Luego, la forma en que se vuelve tendenciosa la noticia: "En entrevista, Lucio Lastra explicó que para conceder la suspensión definitiva –está pendiente la resolución final–, el juez sólo tomó en cuenta los argumentos de la empresa propiedad de Carlos Slim. No escuchó a la contraparte, es decir, a la Secretaría de Salud (Ssa)." No se explica como pudo haber sucedido esto, ni con que fundamentos se sacan esos comentarios.
Al final la nota es llevado al ríduculo: "Tampoco se respeta la ley federal y su reglamento porque los bares, aunque están separados físicamente del restaurante y el resto de la tienda, carecen de mecanismos que impiden el paso de partículas nocivas a las otras áreas." Sólo en la imaginación de un escritor de ciencia ficción, cabría pensar en esos "mecanismos", que tampoco se explican en que consistirían, tal vez pensaban en burbujas esterilizadas.
Primero la confusión entre el amparo y la suspensión definitiva; en la nota se da entender que se ganó el amparo aunque en realidad se otorgó una suspensión, siendo el caso que en términos sencillos, la primera decide el juicio en lo principal negando o concediendo el amparo, y la segunda suspende los efectos del acto de la autoridad , durante la tramitación del juicio.
Luego, la forma en que se vuelve tendenciosa la noticia: "En entrevista, Lucio Lastra explicó que para conceder la suspensión definitiva –está pendiente la resolución final–, el juez sólo tomó en cuenta los argumentos de la empresa propiedad de Carlos Slim. No escuchó a la contraparte, es decir, a la Secretaría de Salud (Ssa)." No se explica como pudo haber sucedido esto, ni con que fundamentos se sacan esos comentarios.
Al final la nota es llevado al ríduculo: "Tampoco se respeta la ley federal y su reglamento porque los bares, aunque están separados físicamente del restaurante y el resto de la tienda, carecen de mecanismos que impiden el paso de partículas nocivas a las otras áreas." Sólo en la imaginación de un escritor de ciencia ficción, cabría pensar en esos "mecanismos", que tampoco se explican en que consistirían, tal vez pensaban en burbujas esterilizadas.