Hay un tema que hemos pensado en los últimos días y que tiene que ver con todos los que usamos de forma constante las redes sociales, blogs, y demás servicios con los que contribuimos diariamente al funcionamiento de la red. El tema consiste en la respuesta a esta pregunta ¿Somos trabajadores o usuarios de los servicios que se ofrecen en internet?
Este video plantea en su título esa situación. La máquina (la red) somos nosotros pero también nos usa a nosotros para poder funcionar. Se parte comúnmente del supuesto de que esta red está formada por elementos que actúan de forma horizontal y cooperativa y que para ello utilizan servicios gratuitos que ayudan a que la información pueda ser compartida de forma ágil entre los usuarios de este sistema. Esto es lo que se dice normalmente, y visto así, esta situación no traería ningún problema.
El asunto es que una gran parte de internet no puede desvincularse de la situación económica en la que está inmersa. Pensamos que Google, Facebook, Twitter y demás servicios que ofrecen la posibilidad de compartir o generar información nos otorgan medios de producción gratuitos para extraer una materia prima: la información, y por tanto todos nosotros somos trabajadores/usuarios de estos servicios.
Pensemos un poco en como funciona una fábrica o una empresa cualquiera. En ellas, el patrón otorga los medios y herramientas necesarias para la producción. A sus trabajadores les dan martillos, máquinas, computadoras o cualquier instrumento de forma gratuita para producir productos o bienes.
En el caso de las empresas de la comunicación la información que es generada diariamente por todos los usuarios/trabajadores de estos servicios producen una cantidad multimillonaria de dinero diariamente. Nosotros, sin percibirlo, participamos en la producción de información para generar ganancias particulares y un beneficio colectivo: la posibilidad de cooperar y participar en una sociedad en red. No sería de sorprender por tanto que estos servicios fueran gratuitos. En una fábrica, a nadie se le ocurriría que se le cobrara por trabajar. Así las cosas, si esto fuera cierto, ¿deberíamos obtener algún beneficio adicional por compartir información, por producir constantemente? ¿De qué forma se desarrolla y se explota el trabajo hoy en día?
Bajo el esquema fordista de producción el trabajador debía entrar a trabajar a una fábrica o establecimiento en un horario determinado. El tiempo de trabajo y el tiempo de ocio era fácil de identificar. Sin embargo, bajo el esquema "posfordista" de producción el tiempo de trabajo y tiempo de ocio se confunden constantemente. Bajo esta forma de trabajo no dejamos de producir ni siquiera en los tiempos de ocio. Los servicios que ofrecen las empresas del siglo XXI otorgan la posibilidad de estudiar y analizar los momentos en los que no laboramos. Nuestros gustos, aficiones y pasatiempos son canalizados por empresas de publicidad para ofrecernos productos adecuados a lo que identifican como nuestra personalidad. El ocio, por tanto, también es productivo. El celular, elemento de ocio y de comunicación es la cadena de producción de este siglo. Aun cuando dejamos de trabajar para una empresa, en el camino de regreso o en nuestro hogar seguimos produciendo quizás no para el patrón para el que trabajamos durante el día, pero sí para las empresas que utilizan nuestra información. Nos acercamos así al terreno del biopoder, y del biocapital. Somos productivos en tanto seres vivos, no en tanto estemos sujetos a una relación de trabajo tal y como se entendía en el siglo XX. La línea entre trabajo y ocio es tenue , casi imperceptible, y esta situación debería llevar a nuevos conceptos jurídicos para entender el trabajo. Bajo este esquema posfordista de producción debemos comenzar a responder las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las responsabilidades de estas empresas de la información en tanto beneficiarias de la extracción de nuestra información? ¿El reconocimiento de esta nueva de apropiación del trabajo por parte de un sujeto ajeno a nosotros podría propiciar un movimiento global? ¿Deberíamos obtener un ingreso por el simple hecho de vivir en tanto estamos seres vivos/productivos?
Esta cuestión se comienza a discutir en algunos niveles. Hace unos días, periódicos de Europa pidieron una remuneración por aparecer en las búsquedas de Google y la empresa respondió: “Nosotros consideramos que la información no tiene valor. Entonces no la compraremos jamás”. ¿De verdad la información no tiene valor para ellos?
Concluimos con una imagen. En los primeros años de esta década hemos visto pancartas como la que se muestra a continuación:
Los medios somos nosotros, seguido de los logos de Google, Twitter y Youtube. Los nuevos consorcios multimillonarios ¿somos nosotros? . Hay algo que no nos convence en esa aseveración. Las preguntas ya están hechas. Aun hay mucho que estudiar.
@v_a_lex
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