Muchos de nosotros
tenemos o hemos tenido problemas con nuestra autoestima o con la forma en la
que nos relacionamos con los demás, un informe demuestra que esto tiene que ver en buena parte por el hecho de que sufrimos algún tipo de abuso psicológico en nuestra
niñez.
En un informe titulado
“Maltrato psicológico”, que publicó esta semana la Academia Estadounidense de
Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), se menciona que este tipo de abusos, generalmente por parte de algún miembro de la familia o compañero escolar, son
muy comunes en los menores, y son difíciles de identificar y prevenir. Aunque no
siempre haya golpes físicos, las palabras dejan huellas profundas.
El reporte de la doctora Roberta Hibbard, del Comité sobre Negligencia y Abuso Infantil de la AAP, menciona que en los maltratos sicológicos o emocionales hacia los niños, se incluyen los comportamientos de los padres o tutores como actos de omisión, es decir, ignorar la necesidad de interacción social, o de comisión, que es rechazando o aterrorizando al menor.
"El abuso emocional o sicológico es un patrón repetido de comportamiento de un padre o tutor que puede ser verbal o no verbal, activo o pasivo, intencional o no intencional, pero es interpretado negativamente por un niño y llega a convertirse en problemas de desarrollo social, emocional y físico, así como académico", señala.
Es por ello que para prevenir este tipo
de abusos en el futuro es recomendable tratar a los padres o a los adultos que
han pasado por problemas similares en la infancia, para que puedan educar con
amor y cuidado a sus hijos y así no ocasionarles traumas parecidos, y a su vez
para que no se vuelva un círculo vicioso.
La AAP, que agrupa a más de 60 mil pediatras estadounidenses, recomienda
que si alguna persona sospecha de abuso sicológico o emocional contra un niño,
debe contactar a los servicios de protección infantil para que al menor se le
realice una evaluación y tratamiento adicional.