La principal razón que llevó al PRI a ganar virtualmente las elecciones presidenciales, creo tiene una única interpretación que debe ser destacada por sobre todas las demás: la intención de gran parte de la ciudadanía de que se cambiara la estrategia de seguridad llevada a cabo por Felipe Calderón para así darle cauce al regreso de un modus operandi que había ofrecido mejores dividendos a lo largo de 70 años.
Es un hecho, el nivel de violencia existente en el país incrementó de manera exponencial en estos seis años, por lo que Peña Nieto,
según le marcó el script diseñado por
su equipo de campaña, destacó, por una parte, el fracaso de la guerra
de Calderón y, por otro, lo benevolente que resultaba su proyecto para dar fin a esta problemática.
De hecho, uno de los más fuertes golpes mediáticos que dio, fue nombrar al general colombiano Óscar Naranjo Trujillo como
asesor externo en materia de seguridad en caso de ganar los comicios
presidenciales.
Lo más llamativo fue que, a pesar de la similitud entre la estrategia adoptada por Naranjo en Colombia y la
implementada en nuestro país por Calderón, ésta nunca se indagó en los medios predilectos del PRI, los cuales sólo dedicaron sus espacios para ensalzar las virtudes del famoso militar.
El 1 de julio, ya con el virtual triunfo priista en la mesa, el partido tricolor fue retirando esta máscara y, con ello, la realidad poco a poco
fue saliendo a la luz; la crítica mordaz por parte de Peña al gobierno calderonista fue
desapareciendo e inclusive, en una entrevista para la cadena CNN del 9 de
julio, aseguró
que en su gobierno, no habría un “cambio radical” en la guerra contra el narco.
A todo esto, el día de ayer se dio una evidencia más tangible de esta notable continuidad, y que deja en claro cuál será el futuro de nuestro país en manos de Peña Nieto, al brindarse un reconocimiento público de la estrategia contra el narco instaurada e implementada por el gobierno de Calderón.
A todo esto, el día de ayer se dio una evidencia más tangible de esta notable continuidad, y que deja en claro cuál será el futuro de nuestro país en manos de Peña Nieto, al brindarse un reconocimiento público de la estrategia contra el narco instaurada e implementada por el gobierno de Calderón.
De manera concreta, Naranjo terminó por brindar una evidente defensa a la presente administración panista, al asegurar que sus logros “no están valorados en una dimensión justa y real”.
“Hay miles de narcotraficantes que ya no se pasean libremente por el territorio, están en las cárceles, y hay miles de armas que han sido incautadas, confiscadas”, continuó el ex jefe militar colombiano.
Y para dar la "estocada" final, estimó que la gigantesca carrera de Calderón contra el crimen “será de utilidad para el próximo gobierno”.
De esta manera, podemos asegurar a partir de hoy, que la estrategia "peñanietista" será de continuidad a la guerra y por ende a la violencia.
La cual, además, será impulsada con medidas aún más extremas: como la instauración de sendos “grupos de choque”, según ha referido Naranjo (y que, perdón por ser tan suspicaz, pero seguro serán utilizados como medio de contrariar movimientos sociales).
El impulso de una relación de cooperación más estrecha con los Estados Unidos para combatir al crimen organizado, tal como lo llevó a cabo en Colombia.
Y una serie de medidas que se alejan totalmente de lo que había presentado en campaña el candidato de la Coalición "Compromiso por México".
Indudablemente, el golpe más fuerte ante esta noticia, se lo llevan los diversos grupos sociales que han perseguido dar fin a esta lucha sangrienta, asociaciones como la del "Movimiento por la Paz", liderada por el poeta Javier Sicilia, que han manifestado a lo largo del sexenio su repudio a una guerra que ha dejado 60 mil muertos y violaciones a los derechos humanos de miles de personas.
Sin embargo, la estrategia ya está definida. La violencia se seguirá abatiendo con más violencia y ahora será con el doble de intensidad, y aunque el objetivo final puede considerarse legítimo e inclusive se pueda conseguir a largo plazo, la realidad es que se seguirá sin tomar en cuenta los costos tan funestos que ha traído y que seguramente seguirá trayendo consigo este enfrentamiento que tanta sangre derrama en el país. (@vicodinox)
“Hay miles de narcotraficantes que ya no se pasean libremente por el territorio, están en las cárceles, y hay miles de armas que han sido incautadas, confiscadas”, continuó el ex jefe militar colombiano.
Y para dar la "estocada" final, estimó que la gigantesca carrera de Calderón contra el crimen “será de utilidad para el próximo gobierno”.
De esta manera, podemos asegurar a partir de hoy, que la estrategia "peñanietista" será de continuidad a la guerra y por ende a la violencia.
La cual, además, será impulsada con medidas aún más extremas: como la instauración de sendos “grupos de choque”, según ha referido Naranjo (y que, perdón por ser tan suspicaz, pero seguro serán utilizados como medio de contrariar movimientos sociales).
El impulso de una relación de cooperación más estrecha con los Estados Unidos para combatir al crimen organizado, tal como lo llevó a cabo en Colombia.
Y una serie de medidas que se alejan totalmente de lo que había presentado en campaña el candidato de la Coalición "Compromiso por México".
Sin embargo, la estrategia ya está definida. La violencia se seguirá abatiendo con más violencia y ahora será con el doble de intensidad, y aunque el objetivo final puede considerarse legítimo e inclusive se pueda conseguir a largo plazo, la realidad es que se seguirá sin tomar en cuenta los costos tan funestos que ha traído y que seguramente seguirá trayendo consigo este enfrentamiento que tanta sangre derrama en el país. (@vicodinox)
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