Sergio Levy
Ciudad de México. 24 de julio 2012. Si bien, este mes el pueblo mexicano ha “elegido” a un presidente a todas luces ignorante como representante de nuestro país, el hecho de replicar la esencia de esa persona a todo ámbito de nuestra nación parecería ser peor aún.
En esta ocasión ha correspondido al Comité Olímpico Mexicano (COM) hacer de las suyas y en un aparente intento de "emparejar" las cosas con el virtual presidente impuesto, se ha omitido en el atuendo de los competidores mexicanos de las olimpiadas Londres 2012, la tilde a la palabra MEXICO (sic).
El COM, en un intento por escudar su graso error, ha argumentado que por estar escrita la palabra en mayúscula puede omitirse la tilde. Pero habría que remitirnos a la Real Academia Española para indicar que ésta debe incluirse siempre a las palabras que bajo las normas de ortografía así lo requieran, inclusive cuando se escriban en mayúscula.
Será penoso ver a nuestros representantes en las justas atléticas portando un uniforme en el cual no está escrito el nombre de nuestro país correctamente; por favor compañeros del Comité Olímpico Mexicano, ya con Peña Nieto tenemos suficiente para "aventar" ignorancia.
Ignorancia que, además, se ha ganado a pulso el señor Enrique Peña Nieto.
Tan sólo vale la pena recordar aquella visita a la Feria Internacional del Libro (FIL), llevada a cabo en la ciudad de Guadalajara en el año de 2011. En esa ocasión, dejó por sentado su nivel paupérrimo de intelecto cuando se le hizo la pregunta sobre cuáles eran los últimos tres títulos de libros que había leído.
Peña se vio totalmente disminuido en su respuesta al balbucear argumentación inventada acerca de títulos y autores que no correspondían con la realidad, para terminar diciendo que el libro que más había marcado su vida fue la Biblia; "y no toda, algunos fragmentos", refirió en esa bochornosa ocasión.
Si bien una persona no debe de ser intelectual para poder ser presidente de una nación, sí es necesario el conocimiento general de literatura para que su desempeño sea a la par de presidentes de primer mundo. De México, se reirán en las olimpiadas; de nuestra nación la sociedad llorará, eso es lo peor.
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