La Comisión Permanente rechazó formalmente ratificar la firma del Tratado Comercial Anti-Falsificación (ACTA), ya que, según resolvieron, viola la Ley sobre los Tratados Internacionales en Materia Económica y no respeta las conclusiones que el mismo Senado hizo el año pasado.
Como se informó en este espacio, el presidente Felipe Calderón, por intermedio del embajador de México en Japón, Claude Heller, había firmado el Tratado y el siguiente paso para su aprobación consistía en que fuera ratificado por el Senado.
Sin embargo, el día de hoy el Congreso de la Unión no sólo ha refutado las intenciones del Poder Ejecutivo sino que además, ha solicitado a la próxima legislatura reservar el artículo 27 antes de confirmarlo.
Así como llevar a cabo una comparecencia al Director General del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, José Rodrigo Roque Díaz, del Secretario de Economía, Bruno Ferrari García de Alba, y de un representante de la Secretaria de Relaciones Exteriores para que expliquen la firma del Tratado Comercial Anti-Falsificación (ACTA) llevado a cabo el pasado 11 de julio.
La comparecencia se exigió luego de que los legisladores analizaran la decisión sobre ACTA entregada por la Segunda Comisión ayer, en la que se afirmó que era imposible quitar la firma del Ejecutivo de un tratado internacional.
Como es conocido, la medida causó gran confusión entre diversos actores políticos y sociales, siendo que, por una parte, el Congreso había expresado su rechazo unánime al acuerdo y por otra, la mayor parte de la ciudadanía había manifestado igualmente su recelo a que se instaurara esta medida que, de manera general, promueve un mayor control sobre lo que se distribuye en Internet.
El ACTA surge, según afirman sus promotores, de un deseo de evitar la "piratería" cibernética, pero el tratado no sólo es cuestionable por la manera en que cambiaría radicalmente uno de los aspectos positivos que ha posibilitado el Internet: la distribución tanto de la información como del conocimiento sin límites.
El ACTA surge, según afirman sus promotores, de un deseo de evitar la "piratería" cibernética, pero el tratado no sólo es cuestionable por la manera en que cambiaría radicalmente uno de los aspectos positivos que ha posibilitado el Internet: la distribución tanto de la información como del conocimiento sin límites.
Sino que además, dotaría a las autoridades de herramientas para sancionar de manera irrestricta a quienes violen este acuerdo. A partir de su instauración, habría gente dedicada exclusivamente a aplicar una sanción a quien bajara música de manera gratuita por la red o a quien descargara un libro por este medio, por ejemplo. ¿Estarías de acuerdo?
Por el momento, el Poder Legislativo le ha dado "la espalda" a las intenciones del Ejecutivo, sin embargo, todo apunta a que el gobierno no cesará hasta que quede establecido ACTA de manera formal en nuestro país. (@vicodinox)
Por el momento, el Poder Legislativo le ha dado "la espalda" a las intenciones del Ejecutivo, sin embargo, todo apunta a que el gobierno no cesará hasta que quede establecido ACTA de manera formal en nuestro país. (@vicodinox)
.jpg)
