Casi un año después del levantamiento purépecha contra talamontes vinculados con el crimen organizado, que arrasaron más de 80 por ciento de bosques de esta comunidad, y luego de un
proceso de lucha y organización, hoy tomó posesión el concejo mayor comunal, fruto de una lucha y una sentencia emitida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ante representantes de diversas instancias del gobierno de Michoacán, el Congreso estatal y autoridades de comunidades vecinas, que en meses recientes han estado reorganizando la defensa de su territorio, el comunero Pedro Chávez recordó la revuelta del 15 de abril pasado, cuando, cansados de la tala clandestina indiscriminada, la extorsión y las amenazas de la delincuencia organizada, decidieron rebelarse y, encabezados por un grupo de mujeres y jóvenes,
se levantaron, detuvieron a cinco talamontes e hicieron sonar las campanas de la iglesia para llamar a toda la comunidad. Ese día se inició un movimiento que hoy cierra una página, pero no su lucha.
El problema sigue vigente, señaló en entrevista Salvador Campanur, comunero que ha llevado la palabra de Cherán a diversos foros.
Nuestra lucha continuará, porque un nuevo gobierno no es la solución para que desaparezcan las injusticias en la región. Un nuevo gobierno no es la solución para la inseguridad ni para la falta de tranquilidad. El nuevo gobierno es un proyecto que nosotros como comunidad vamos a seguir impulsando para que regresen la seguridad, la justicia y la democracia. Esto no termina aquí.