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sábado, 25 de febrero de 2012

Fair Play.

2 comentarios



Al parecer, esta denominación que conocemos como juego limpio, en fechas recientes ha tomado tintes extravagantes y en algunas circunstancias hasta ridículos; no estoy en contra de ser leal en cada disputa,  evitar el contacto brusco en un choque de fuerza, detener una jugada si hay un jugador lesionado, pero obligar a los futbolistas a olvidar los principios básicos del balompié, es algo que no debería tener cabida en el fútbol actual.

No olvidemos que el "fair play" no es más que la lealtad y el respeto hacia el deporte, tu contrincante y los jueces; en muchas ocasiones las federaciones y las directivas olvidan por completo este término y obligan a los jugadores a acatarlo sin predicar con el ejemplo.

Hace unas semanas me llamó mucho la atención un acontecimiento que le dio la vuelta al mundo debido a que se crucificó a un jugador que no siguió los estándares de buena conducta establecidos. Mismos que fueron establecidos por una federación corrupta y déspota, me refiero, a la FIFA. 

El acontecimiento referido es la agresión - por ponerle un nombre -  que sufrió el jugador francés del Manchester United, Patrice Evra (ex jugador del París Saint Germain, ex jugador del As Mónaco) a manos del uruguayo Luis Suárez (ex jugador Nacional de Uruguay, ex jugador Ajax).

 El suceso tomó lugar en el Old Trafford, estadio local del Manchester United, en donde el uruguayo  que actualmente milita en el Liverpool FC, decidió no saludar al francés en la ceremonia de intercambio de manos antes del comienzo de la justa. Hay que mencionar que semanas antes del encuentro entre el United y el Liverpool por la Premier League, el charrúa ofendió al franco-senegalés en un partido por la FA Cup dirigiendo hacia éste agresiones racistas, situación de la que aún no se encuentran pruebas tangibles.

El racismo es intolerable, de eso no hay duda, pero quién puede obligar a Suárez a saludar a una persona que no es, ni significa nada para él. Por compañerismo profesional y por respeto al deporte que ambos practican se dan algunas cortesías que, claramente, no son obligatorias; pero en estos días parece ser que es más valioso ser un hipócrita declarado que respetar todos los principios que te forjan como persona. 

Los principios a los que me refiero son los que como futbolista estás dispuesto a seguir por el simple hecho de haber nacido en alguna provincia, ser de alguna raza, religión, ser hincha de un club desde la cuna, defender sus colores hasta el desvanecimiento, tener su escudo tatuado en la piel o simple y llanamente por que así te educaron futbolísticamente hablando.

Suárez no cometió ningún pecado, no alardeó de ser mejor que Evra, no agredió ni física ni verbalmente al franco-senegalés, lo único que hizo fue no darle la mano, las razones de su actuar únicamente el charrúa las conoce.

 La decisión que tomó el futbolista del Liverpool, tiene mucho valor ético y moral, su actuar demuestra los principios que respeta, la educación que tiene como profesional del fútbol y la capacidad de que su conciencia sea la que juzgue sus actos.

Remontémonos a nuestra infancia, cuando jugábamos en el barrio, con piedras como porterías, con el número de nuestro ídolo en la espalda, sin preocupación alguna; seguro había alguien que no tolerábamos, alguien odiado por ganarnos en la “cáscara”, alguien que se burlaba de nuestras pericias, alguien que ridiculizaba a nuestros amigos, alguien que era de otra colonia y por ende nuestro acérrimo rival, alguien que ganaba en nuestros terrenos; a ese alguien, yo , jamás le daría la mano. 

2 Responses so far.

  1. Alejandro Ramón says:

    Lamentablemente estos artículos se publican sin firma de su autor, por lo tanto ignoro a quién me dirijo. De antemano aclaro que respeto tanto su libertad de expresión como su opinión por sí sola en cuanto a cómo usted reaccionaría en la descrita situación infantil. Lo que me parece indignante es exigir la aplicación de esos principios al futbol profesional. Declara usted el racismo como intolerable, tan solo para mencionar en el siguiente párrafo su aprobación a "estar dispuesto a seguir" los tales "pricipios" entre otras cosas "por el simple hecho de SER DE ALGUNA RAZA". Llama usted a respetar, por encima de las convenciones del deporte profesional internacional, aquellos "principios" de la infancia, los cuales usted no precisa, sino tan solo esboza vagamente como, a mi parecer, hostilidad ante el enemigo. El gesto de darse la mano antes de una contienda deportiva es un ritual que evidencía justamente la necesaria ausencia de tal hostilidad en un enfrentamiento simbólico. Los boxeadores, antes de golpearse la cara con toda su fuerza y habilidad físicas, se dan la mano para manifestar su disposición de hacer tal sin motivos personales, es decir, independientemente de quién es el contrincante. Usted no solo tolera que Luis Suárez se niegue a respetar este indispensable ritual, sino que ensalza esa desición como llena de valor ético y moral. Le sugiero revise cuidadosamente su entendimiento de los conceptos "ética" y "moral". Luis Suárez no es el chiquillo del barrio, Luis Suárez es un deportista profesional, poseedor de una licencia, sujeto a un contrato, actor dentro de una institución reglamentada, persona pública e inspiración de infantes y adolescentes. Este artículo es, de principio a fin y en cada uno de sus párrafos, un disparate lleno de contradicciones, insensatéz y estulticia. He leido aquí muchas opiniones con las que no estoy de acuerdo, pero esto que usted escribe vá más allá de una opinion, es un llamado público a anteponer la intolerancia y odio personales por encimas de los valores deportivos. En mi opinión algo tan ridículo como alarmante.

  2. Anónimo says:

    Agradezco el comentario.
    El motivo principal de estos artículos es criticar el futbol "moderno", ensuciado por una federación fatua.

    Este deporte seria diferente si se respetara la historia del mismo.

    No hablo de hostilidad u odio al rival, simple y llanamente respetar los principios personales y no los establecidos por lo que usted llama "convenciones del deporte profesional". El fútbol es un juego, aunque ahora sea un negocio.

    Compara box con fútbol?... Irrisorio

    Indispensable? Ritual? El saludo es un acto de lealtad al juego, respetar las reglas, respeto a los adversarios, Suárez no lo hace por que no es hipócrita, pero al parecer debe serlo por que importa mas seguir las "convenciones".

    Sobra decirlo, pero para entender este tipo de cosas hay que haber jugado fútbol.

    Y ante todo están los principios que te forjan como persona, eres quien eres gracias a ellos.

    Edgar Martínez.

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