A lo largo de toda la jornada electoral del día de ayer se dieron denuncias de acarreos, compra y coacción del voto y presión a funcionarios. La diputada Gabriela Cuevas, del equipo de Ernesto Cordero, afirmó en su cuenta de Twitter que una casilla ya tenía votos... y aun ni siquiera se comenzaba la hora de las votaciones. Esto sucedió en Teloloapan, Guerrero. En la delegación Miguel Hidalgo hubo un acarreo masivo de votantes provenientes de colonias populares.
Lista en mano, mujeres de los equipos de Vázquez Mota y Cordero instruían a los panistas de condición humilde cómo votar. Las mujeres que controlaban sus respectivas clientelas estuvieron a punto de los golpes por acusarse mutuamente de fraudulentas.
Sí esto sucedió con los precandidatos a la presidencia del partido en el poder, no sería raro ver este tipo de situaciones a favor de la candidata del PAN, auspiciadas y promovidas por toda la maquinaria estatal que se pondrá a su favor.