El acercamiento de Andrés Manuel López Obrador con Televisa, por medio de una entrevista llevada a cabo el pasado 16 de noviembre en el noticiero de Joaquín López Dóriga, constituye un hecho que por si mismo merece ser analizado desde todos los puntos de vista posibles, y uno de ellos tiene que ver con la realidad actual de los medios de comunicación.
Si bien debemos destacar, que las campañas propagandísticas hoy en día, ya no se pueden entender sin la inclusión y la correcta utilización de los llamados medios alternativos. Como lo son las redes sociales generadas por el Internet, como Facebook, Twitter o YouTube.
No se debe dejar de lado el hecho de que la base de las campañas propagandísticas aun está fundamentada y cimentada en las batallas libradas en el medio televisivo; llámense debates, publicidad, noticieros, etc., éste se sigue constituyendo como una herramienta indispensable para el triunfo de cualquier candidato.
Por ello, y volviendo al punto expuesto desde un principio, parece sensata la decisión tomada por el ahora candidato del Partido de la Revolución Democrática de conciliar con este gran emporio y así “hacer las paces” con dicha empresa televisiva.
Una reconciliación que además, no sólo se buscó por medio del simple acercamiento en sí, sino por medio del discurso mismo manejado por el candidato tabasqueño; uno mucho más conciliador y moderado que el de hacía 5 años ya.
Obviamente este cambio tan drástico, le ha valido mucha crítica por parte del sector de izquierda en el país; a nivel ideológico, resulta un total traspié por el hecho de no soportar la carga y no mantener la postura que había manejado en contra de Televisa desde hacía 6 años. Sin embargo, a nivel pragmático, lo hecho por López Obrador resulta hasta cierto punto lógico ante la necesidad verdadera que existe de mantener una buena relación con el canal para así poder llegar al poder.
Es un hecho, no hay medio más persuasivo y que llegue a más gente que la televisión. Sin embargo, la pregunta quedará en el aire, ¿será lo más conveniente para López Obrador abandonar los principios políticos con los que se había regido para así ganar la confianza de un amplio sector poblacional que simplemente dejó de creer en él? Al parecer la respuesta más importante será la que dé la propia sociedad en las urnas.
VAS
.jpg)
