En el primer tercio del siglo XX, los estadounidenses tenían como referencia a industriales como Henry Ford, William Crapo, Louis Chevrolet o Walter Percy Chrysler. Eran los pioneros de la industria del automóvil, símbolo de la nueva potencia emergente. ..América tiene nuevos iconos. Se llaman Larry Page, Steve Jobs, Mark Zuckerberg o Steve Ballmer. Viven en la soleada California y dirigen Google, Apple, Facebook y Microsoft, las compañías más famosas del planeta y las más valiosas.
El diario El País explica en este reportaje el cambio del modelo industrial fordista al posfordista, de forma sencilla.
El modelo fordista ha sido ya descrito, mostrado y satirizado en numerosas ocasiones (basta recordar la famosa película de Chaplin, Tiempos Modernos). El fordismo (nombrado así por Henry Ford, creador de la marca de automóviles) basado en el trabajo en fábricas, mediante líneas de producción y el control absoluto del tiempo del trabajador ha dado paso a una nueva forma de trabajo, conocido como posfordismo, del cual empresas como Google, Facebook, y Apple, son sus principales expositores.
No tienen factorías, sino incubadoras de ideas. Y sus empleados no visten monos azules y portan llaves inglesas, sino que van con zapatillas de tenis y sudaderas a la oficina, con el ratón y el portátil como únicos instrumentos de trabajo. Son a ellos a quienes consultan los candidatos en sus campañas electorales y a quienes convoca el presidente Barack Obama a sus cenáculos en busca de ideas para sacar al país de la recesión y devolver a sus ciudadanos el sueño americano.
En definitiva su modelo de negocios, resulta más eficiente en estos tiempos, en donde se privilegia el trabajo cooperativo, con reducción de las jerarquías y con un mayor enfásis en la creatividad e innovación de los trabajadores.
Estas empresas propician esta situación, favorecen el trabajo libre, el código abierto, la cooperación, el control por parte del trabajador de su tiempo. Pero no podemos olvidar que son empresas, que buscan lucrar y obtener más recursos. Ahí el problema y la deshonestidad total. Fomentan la creatividad para apropiarse de ella:
Por último, habremos de saber para qué sirve la información que diariamente colocamos en Google y en Facebook:
La corta vida de Android y el éxito fulgurante de su implantación han despertado las dudas sobre si Google ha sido capaz de innovar tanto en tan poco tiempo. Y esas dudas solo preceden a una catarata de demandas judiciales. La trampa es que los procesos van dirigidos contra los fabricantes que han incorporado Android a sus terminales y no contra la propia Google, puesto que, al tratarse de software libre y abierto, son los licenciatarios los que se hacen responsables de la vulneración de patentes.
Las jóvenes firmas tecnológicas son muy agresivas a la hora de defenderse de quienes intentan piratear sus programas y, a diferencia de los anquilosados dinosaurios de los medios de comunicación que han cedido sin rechistar sus contenidos para hacer grande a Google, no están dispuestas a entregar gratis sus esfuerzos de innovación.
Como antaño las compañías automovilísticas peleaban por ofrecer el motor más potente envuelto en la carrocería más atractiva, las tecnológicas libran su batalla por lanzar equipos con el mejor diseño y el sistema operativo más eficaz. Apple, Google y Microsoft han sustituido a General Motors, Chevrolet y Ford en la imaginería de los héroes industriales americanos. Y el lema "Lo que es bueno para Ford es bueno para América" bien puede actualizarse: "Lo que es bueno para Apple y para Google es bueno para América".
.jpg)
