Planteemos algunas dudas y cuestiones sobre el estado.
El estado, en primer lugar, es una ficción. Es un recurso que utilizamos para explicar algún fenómeno de la realidad. Como tal, representa una idea. Por eso se puede hablar de estados democráticos, autocráticos, con sus diversos tipos de gobierno. Un estado democrático puede tener un tipo de gobierno, basado en el presidencialismo, o en el parlamentarismo, por ejemplo. Esas, son también meras categorías para entender un hecho.
Se dice pues, que un estado es soberano porque es capaz de decidir libremente dentro de su territorio. Pero si tomamos en cuenta que el estado es una ficción, esa capacidad de decisión queda en manos del gobierno en turno. El gobierno en turno, entonces, es el capaz de hacer valer esa soberanía. Pese a que el artículo 39 de la constitución exprese que la soberanía reside esencialmente en el pueblo, nadie más puede ejercer lo que se llama el "legítimo ejercicio de la violencia". Es bien sabido y repetido que el estado cuenta con el monopolio de la violencia. En ese sentido quienes pueden hacer uso real y efectivo de la soberanía( de la violencia) se encuentran en una zona límite y difusa, en la que son capaces de hacer valer un "estado de excepción" y bien podrían matar, sin cometer homicidio.
Esa última afirmación constituye una parte importante del libro "Homo Sacer" del filósofo italiano Giorgio Agamben. Para Agamben entonces, "la violencia soberana abre una zona de indiferencia entre ley y naturaleza, exterior e interior, violencia y derecho; pero, a pesar de todo, es precisamente el soberano el que mantiene la posibilidad de decidir sobre todos esos planos en la medida misma en que los confunde..."
En ese sentido, si seguimos al mismo autor, la excepción, muestra la regla. La posibilidad de decretar el estado de excepción, muestra con mayor claridad los fundamentos en los que se funda el derecho y la idea de estado soberano. Para explicar ello cita a Carl Schmitt: "soberano es quien con carácter definitivo decide si la situación es, en fecto, normal, el caso excepcional transparenta de la manera más luminosa la esencia de la autoridad del estado. Vemos que en tal caso la decisión se separa de la norma jurídica...la autoridad demuestra que para crear derecho, no necesita tener derecho."
Pero el estado soberano no solo cuenta con la posibilidad de decidir sobre la muerte de las personas, sino que también asegura su vida, mediante instituciones sociales: hospitales, seguros, pensiones, etc. El estado pues, actúa sobre la vida misma de las personas. Es eso, en términos muy simples, a lo que se llama biopoder. La posibilidad que tienen el poder de decidir en la vida de las personas. Ese es el estado soberano del que hablamos que se mantiene hasta nuestros días. Un estado que se llamó social, democrático, que bien podría, al mismo tiempo, destruir movimientos obreros que dictar leyes que aseguraran la seguridad social para todos sus habitantes. Tal y como ocurrió en los gobiernos inmediatamente posteriores a Lázaro Cárdenas en nuestro país.
Ahora, es necesario pensar en el momento actual. ¿Qué sucede con el narcotráfico, por ejemplo? Es capaz de aniquilar la vida humana, sin ninguna idea de por medio. ¿Cuáles son las consecuencias del narcotráfico, en relación a las ideas de soberanía? y sobre todo ¿cómo es que saltamos de ese estado social, biopolítico, a esta situación brutal? Consideramos pues que hacen falta verdaderos estudios, políticos, filosóficos sobre la trama del poder en este país, que escapen del mero ensayo periodístico y que nos muestren, o nos ayuden a encontrar qué fue lo que pasó realmente para estar donde estamos.