La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), por medio de diversos programas, entre ellos, los de Diesel Agropecuario, Diesel Marino, Ingreso Objetivo, Gasolina Ribereña y el Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) otorga subsidios a ciertas empresas que cuentan ya con un gran capital, lo cual genera mayor desigualdad, todo lo contrario de lo que deberían hacer los subsidios.
Del libro Subsidios para la desigualdad. Las políticas públicas del maíz en México a partir del libre comercio –coordinado por los investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz, Jonathan Fox y Libby Haight–, se desprende que las problemáticas que enfrentan 23 millones de habitantes del medio rural en situación de pobreza son consecuencia de la falta de promoción de empleo en el sector y la “disparidad” en la distribución de recursos.
Mientras el gobierno federal presume un incremento en el gasto presupuestal para este sector, los académicos aseguran que los recursos públicos se han quedado principalmente en manos de los “adinerados”.
Con un ejercicio de más de 150 mil millones de pesos en más de una década, el Procampo se ha convertido en el esquema de apoyo más importante en el sector agropecuario, pues su lista de beneficiarios rebasa los 5.4 millones de personas. De este esquema, el principal favorecido es Julius Friessen Wiebe, quien ha obtenido 12 millones 107 mil 191 pesos en 15 años. Información de la Asociación Agrícola Local de Fresnillo indica que Friessen Wiebe es integrante de la Correduría Latin Merchant. Con oficinas centrales en Chicago, este despacho tiene como tarea en México asesorar a sus clientes en la operación de “mercados de futuros y opciones”.
A su vez, criticado por los organismos financieros internacionales por su inoperancia, el programa de Ingreso Objetivo es el segundo en importancia en cuanto a la distribución de recursos. De 1994 a 2009, los subsidios ascienden a 21 mil 503 millones de pesos. De los 312 mil 230 favorecidos por este esquema, la empresa algodonera Manuel Murua preside la lista de beneficios, con subsidios por 99 millones 269 mil 923 pesos.
Le siguen Algodonera de Baja California, que obtuvo 50 millones 164 mil 782 pesos; Agrarismo Siglo XXI, 27 millones 778 mil 719 de pesos; Fersi de La Laguna, 25 millones 415 mil 266; Campos Algodoneros, 24 millones 151 mil 926 pesos.
El Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2008, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación, indica que números presentados por la Sagarpa al órgano fiscalizador no permiten medir la eficacia ni los impactos que ha tenido el esquema en el campo mexicano ni en el sector pesquero del país. Mientras, el Banco Mundial, en su Análisis del gasto público en el desarrollo agrícola y rural, dice que “el gasto en agricultura es tan regresivo que anula aproximadamente la mitad del efecto redistributivo del gasto en desarrollo rural… porque más de la mitad se concentra en el decil más rico”.
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[] Noticia: Campesinos, fuera de los subsidios de la Sagarpa.