Hoy me nace escribirte, no para presumirte buenas noticias o platicarte lo feliz que me siento por alguna u otra razón y, no es que no lo sea contigo viviendo aquí…sólo que te escribo, porque hoy he llegado a sentir una especie de tristeza, una especie de impotencia que sé que tú también sentirías si vieras lo que yo veo.
Y es que desde hace años que estás irreconocible: lleno de gente que por razones que muy pocos saben, se la pasan disparándose con unas armas que sólo había visto en el cine, lleno de gente asustada y enojada, que porque “un niño les robo el carro”, que porque “les asaltaron”, que porque “les secuestraron a alguien de su familia”, que porque “están aquí sin querer estar aquí por la mentada situación” (¿Cuál?, buena pregunta, ya que muchos creemos saber cuál es, pero tan no sabemos, que preferimos repetir lo que cualquier trajeado nos diga), que por que “no hay trabajo”, que por esto…y que por lo otro…lleno de malas noticias, lleno de gente que pide iluminación para unos mentados “marcos”, pero sin ocuparse de llenar su propio corazón de amor.
No puedo creer lo que te ha pasado mi querido Torreón, me siento triste al respecto y lo peor de todo es que me he vuelto en un quejumbroso más, un cero a la izquierda en este “no saber que pasa contigo”.
Unos sabios dicen que es culpa de un pobre pelón, no recuerdo su nombre, pero cada que sale en la tele yo lo veo más chaparro, tembloroso y con voz cortada, otros dicen que es culpa de unos políticos o payasos que se llaman “Risitas” o “Prismitas”…o algo así, que porque han durado o duraron como 100 años en el poder y que en ese tiempo sólo se dedicaron a “fregar” (del verbo descomponer, no del verbo lavar) el país y obvio a ti; mi querido Torreón.
Pero debo confesar, que yo creo me habré quedado dormido en clase de Historia o algo así, porque según yo no teníamos reyes y esas cosas que duraran 100 años, si no que con tener una tarjetita blanca con tu foto en ella, podíamos escoger, entre todos, al señor que mejor nos cayera y que más o menos supiera sumar y restar.
Por otra parte, hay otros sabios, todos ellos en tu bella tierra, que dicen que todo es por culpa de esos tales “marcos”, no sé si los has sentido por tus calles, o si los has escuchado por las noches, ya que según entiendo, son vampiros, porque sólo salen de noche y cuando salen de día son para puras visitas exprés a casas de sus enemigos los otros vampiros o simplemente salen para asustarnos y recordarnos que ellos ahorita mandan y que a todos nos van a chupar la sangre sí hacemos o dejamos de hacer tal o cual cosa.
Y creo que debo confesarte otra cosa que tú has de saber mejor que yo, y es el hecho de que ya ni ellos saben quién los manda, algunos dicen que es un señor a quien al parecer le gusta mucho la nieve “Chepo”, otros que se llaman “Cepas” (según Wikipedia una Cepa es, “una variante fenotípica de una especie o, incluso, de un taxón inferior, usualmente propagada clonalmente, debido al interés en la conservación de sus cualidades definitorias.”), dicen ser los “meros chingones” y que no le tienen miedo a ese señor con un fetiche por la nieve Chepo…Pero en fin, lo que nos tiene con mucho miedo, y seguramente a ti también, es que ya todos ellos están enojados porque se dedican a lo mismo y al parecer hay mucha competencia ya -y aquí entre nos- yo si los entiendo porque, pues ¿Qué tanto dinero se podrá ganar vendiendo carteles?, en fin, sólo ellos saben lo que hacen (quiero pensar, porque vaya que han causado destrozos en ti y en nosotros).
Y por último están los sabios más extraños, unos que apenas y hablan y ni siquiera se visten de traje, estos me caen bien, pues se limitan a decir que lo que está ocurriendo es responsabilidad de TODOS, sin excepción, y que tenemos el país que tenemos, por ser el tipo de sociedad que hemos creado…por no dejar de ser, el tipo de personas que somos.
En fin, no seré Chabelo, pero es que no quisiera dejar de compartirte las nuevas y ya tan viejas noticias y compartirte mi tristeza e impotencia, éstas que me llegan al ver como unos culpamos a otros, otros matan a otros tantos y otros…simplemente se van a rezarle a unos Santos a la iglesia.
No se tú que pienses, pero yo creo que el verdadero problema no es sólo que haya tantas empresas de esas que venden carteles o de esos payasos que se autonombran “Riisitas”, yo creo que en efecto es un problema de TODOS.
Muchos, incluso yo, hemos dicho muchas veces que el problema son esos señores de nombre “marcos”, pero yo no creo que esos vampiros sean malos, a diferencia de muchos, creo que ellos si nacieron siendo humanos pues a fin de cuentas también tienen piernitas, bracitos, cabeza, ojos y todo lo yo tengo en mi cuerpo y es que más bien creo que ellos nacieron en una realidad muy diferente que muchos no aguantaríamos ni un segundo y que ellos lo único que están tratando de hacer es sobrevivir, como dice mi mamá, “a como Dios les dé a entender”, ellos no tienen la culpa de no haber nacido en una mansión o con muchos juguetes y nintendos …creo que esos vampiros, primero son humanos antes que nada y no unos monstruos como muchos les dicen. Hasta te puedo decir, que si yo hubiera nacido en una situación parecida a la suya, teniendo que chupar sangre de humanos para sobrevivir o en una en la que comprarme el nuevo Play Station sólo pudiera pasar en mis sueños y no me quedara más que vivir con mi frustración y envidia, seguro me pondría en sus zapatos.
Y espero no te enojes conmigo mi querido Torreón, sabes que te quiero mucho y sé que es doloroso ver a tanta gente partir de esta bella ciudad (bella por su gente claro, porque tú y yo sabemos que no estás tan bonita y además hace mucho calor), sé que es doloroso escuchar día con día quejas de lo fregados (del verbo descompuesto) que estamos, ver tantas caras tristes y desesperadas y sobre todo, ver tanta muerte.
Para nada pretendo defender a los productores de carteles (que sinceramente, no sé porque tanto problema por algo que ni siquiera nos hace bien, yo digo que sí podemos sobrevivir sin tanto cartel, pero en fin), es que ya me cansé, no se tú, pero yo estoy agotado de sólo darles el poder a ellos de que mi amiga, a quien le mataron a sus papás vuelva a ti o que dependa de ellos que no podamos volver a salir en la noche sin una estaca de madera por miedo a que me chupen la sangre, ya me cansé de que vivan de nuestra sangre y nosotros vivamos con tanto miedo, ¿No crees?
No sé qué opines, pero tampoco creo que toda la culpa sea de los “Priismitas”, si no del hecho de que mi papá se quede rezándole tanto a sus Santos y deje que su humor dependa del hecho de que le hagan caso o no.
¿Te digo qué, mi querido Torreón? me apura volverme uno más, me da tristeza que un día le echo la culpa a los Santos, al día siguiente al peloncito chistosito…otro día a “él” o a “ella”… ya no quiero darle el poder al otro para que vuelvas a ser la ciudad que eras…Yo soy el responsable de mi y en parte de mi ciudad (o sea de ti, porque tú eres una ciudad), yo también soy parte de ti y de México, no sólo los señores esos que quieren todas las Cámaras fotográficas del país para ellos, ni los vendedores de los carteles.
Espero por lo menos HOY, pueda sonreír porque puedo pasear con Cristóbal Colon cada domingo, de que estoy aquí contigo, en una ciudad que aunque me hace renegar por tanto calor, por otro lado, puede ser más grande que Monterrey, Mazatlán y cualquier ciudad. Una ciudad con gente que según me cuentan, le gana a los “guamazos” a todos, con las niñas y mamás más bonitas de México, los papás y mamás más trabajadores del país y con sus “Santos Campeón”.
Por Karim Alfonso Fayad Gómez Palacio. Representante UIA Torreón (Laguna). Publicado en Ius Ibero.
Por Karim Alfonso Fayad Gómez Palacio. Representante UIA Torreón (Laguna). Publicado en Ius Ibero.