Declaró el presidente venezolano Hugo Chávez, con motivo del domingo de ramos, que es un convencido cristiano; que Cristo fue antiimperialista, y que por eso murió crucificado; "El más grande socialista de nuestra era se llama Jesús de Nazareth; ¿Jesús capitalista, quién puede pensarlo?", mencionó.
No dejan de ser oportunistas y delirantes los anteriores comentarios; demeritorios de la seriedad con la que debe conducir a su país por una vía alterna de desarrollo, que pueda ser ejemplo para otras naciones latinoamericanas, sobre todo por el celo de anteponer los intereses nacionales a los extranjeros.
Y es que sin que Chávez sea teólogo, se cuelga precisamente de los errores más notorios de la teología de la liberación, a saber: aplicar categorías a Jesús (socialista, antiimperialista) de forma anacrónica, sin mayor análisis, a la luz de los hechos actuales y no de las circunstancias de Jesús, e interpretar y limitar la figura de Jesús según las necesidades y abusos del mundo contemporáneo, en vez de que dejar que el mundo contemporáneo sea permeado por el mensaje de Jesús.
Caer en dichos errores ofrece una visión distorsionada que a nadie aprovecha: Chávez asegura que por ser antiimperialista y socialista, Cristo murió crucificado. En primer lugar, Jesús fue condenado por blasfemia, es decir, por atentar contra la religión judía. Si le hubiera interesado la lucha social, bien podría haber sido parte del movimiento judío que existía en ese momento y que buscaba objetivos políticos (los zelotas).
Pero hay consecuencias más graves, si nos tomamos en serio tal interpretación liberacionista: Un Jesús socialista implica que toda lucha por nuevas formas políticas, y toda reflexión social, es innecesaria: ya vino el Hijo de Dios a decirnos el único ideario político correcto. Por lo tanto, los políticos antiimperialistas y socialistas, no sólo tendrán la legitimidad de las urnas, sino la de la revelación divina. De aquí, a una persecución fanática, derivada de mezclar religión y política, de cualquiera que no esté de acuerdo con el socialismo (según lo vea el líder en turno) o el antiimperialismo (igual, según el líder en turno), hay un paso.
Chávez se califica como “cristiano”, que se “aferra a Cristo redentor cada día más”. Al punto, parece más bien calificar a Jesús de “chavista”.
Enlace:
[] Noticia: Chávez dice que se aferra a Cristo cada día más.
Esto es lo que uno llega a decir cuando no ha leído la biblia.
Jesús fue crucificado para darnos el perdón de nuestros pecados, fue en contra de la religión judía porque el hombre estaba más atado a la religión que a Dios.
Jesús dijo: denle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios; que Hugo no use el nombre de Cristo para hacer lo que el quiere hacer ya que Jesús no se metió en política, pero nos pidió orar por nuestros gobernantes.