Ebrard anunció por primera vez su intención de construir la supervía en abril de 2008, pero pasarían dos años para que el miedo de los vecinos se hiciera realidad: el 6 de abril de este año, los habitantes de La Malinche comenzaron a recibir órdenes de desalojo por parte del gobierno de la ciudad, dirigidas a 51 viviendas habitadas por decenas de familias.
Los residentes de La Malinche vieron como, día tras día, los equipos de construcción destruían las casas en donde sus amigos y vecinos habían vivido. Pero el 26 de julio, cuando la máquina demoledora entró por primera vez a la zona a las 9 a.m., la comunidad decidió que había tenido suficiente. Fue entonces cuando las campanas de la iglesia—el principal centro de eventos comunitarios y de organización en la colonia, y que también había sido parte de lo que eventualmente se derribaría—comenzaron a sonar, llamando a más de 200 personas a abandonar sus hogares para oponerse a la construcción. Los habitantes fueron rápidamente a trabajar en sus propios proyectos de construcción: dos plantones en el área en que la demolición había comenzado. La máquina y los trabajadores—alrededor de 80, de acuerdo con los vecinos—fueron obligados a retirarse del lugar.
Los vecinos han tratado de ofrecer soluciones, como una extensión del metro hasta Santa Fe, pero las propuestas han llegado a oídos sordos. “Nosotros le estamos dando alternativas [a la Supervía] como el transporte público, barato y eficiente.” Dice Martínez, “como una ampliación del metro, de Universidad a San Jerónimo, de Barranca del Muerto a Santa Fé o a Centenario. Les hemos dado alternativas [al gobierno] aunque no se hayan sentado a dialogar.”
Malinche está localizada cerca del Río Magdalena, el único río vivo de la Ciudad de México. Los vecinos y numerosos científicos ambientales temen lo que podría pasar si el río llega a contaminarse. Un informe de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Ambiental (PAOT) encontró deficiencias en las declaraciones sobre el impacto ambiental que fue presentado por OHL sobre la supervía, incluyendo los casos en los que la corporación no proporcionó medidas específicas de compensación por el daño que se hará al río durante la construcción.
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[] Noticia: Callejón sin salida para la Supervía de la Ciudad de México