Hoy, al iniciar el ciclo escolar 2010-2011 los niños de primaria recibirán libros de textos gratuitos “conmemorativos” de los festejos del Bicentenario, en los que destacan errores ortográficos, ideas “confusas o insuficientes” y una visión reducida a “datos interesantes” en capítulos de la historia de México, aunque ahora es la Secretaría de Educación Pública (SEP) la que advierte algunas fallas y anuncia que habrá libros complementarios.
Alejandro Díaz Barriga, académico del Instituto de Investigaciones Matemáticas de la UNAM afirma, tras revisar los cuatro libros de esa especialidad:
“En general sigue sin ser libro, más bien es un cuaderno de actividades”, además de que si bien “hubo avances éstos no quitarán la aversión que tienen los niños a las matemáticas. Su presentación es cansada y nada agradable”.
El libro de historia de sexto grado es una muestra de ese “descuido” y la “apuesta educativa del Estado mexicano en este momento”, dice Olac Fuentes, ex subsecretario de Educación Básica e investigador, al pedir a los niños escribir un cuento “sobre la forma en que los seres humanos sovrevivieron (sic) en un clima adverso”.
En el libro de español de segundo grado sugiere al estudiante identificar “en la portada del libro que leiste (sic)” y en el de Exploración de la Naturaleza y la Sociedad de segundo reproduce la leyenda de Coyolxauhqui y la ubica “en lo alto del cerro de Coatépec (sic)”.
De las inconsistencias que encontró, Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de Educación Básica está como “un dato interesante”, en quinto grado de Historia, un párrafo sobre la existencia de los Niños Héroes, mientras que en el de Exploración de la Naturaleza y la Sociedad de segundo —para niños de 7 años— dedica cuatro páginas con fechas, lugares y una evaluación sobre detalles de varios momentos del mismo hecho.
Al explicar la definición de una persona obesa, en quinto de Español, dice que se debe a la “ingestión compulsiva de alimentos durante todo el día” y enumera como responsables a los azúcares, harinas refinadas, golosinas, refrescos embotellados o comida chatarra”, aunque la SEP y la Secretaría de Salud modificaron su discurso para señalar que no hay alimentos malos y buenos, sino malos hábitos. Sólo que en la lista no aparecen las grasas.
A niños de quinto grado que desconocen la historia de nuestro país se les hace una evaluación diagnóstica en la primera plana y plantea: “El primer presidente de México se llamaba José Miguel Ramón Adaucto Fernández, pero él se cambio su nombre ¿Qué nombre adoptó?”
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[] Noticia: Libros de texto con errores ortográficos esperan a alumnos.