En un arrebato de suntuosidad en tiempos de crisis, el Senado de la República, de acuerdo a una investigación realizada por el periódico El Universal, gastó poco más de un millón de pesos en la compra de agendas, pines, medallas conmemorativas y una fiesta al sindicato.
El reportaje dice que se compraron 2 mil agendas nuevas para el año 2010, por las que se pagarán 150 mil pesos, para legisladores y sus asistenes. También se comprarán 109 relojes Nivada con un costo de 190 mil 200 pesos.
Cabe mencionar que entre los gastos del tercer trimestre de la legislatura se encuentra la renta de un salón en la que se organizó una fiesta para el Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Senadores, la que costó 425 mil 900 pesos sin el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Cabe mencionar que entre los gastos del tercer trimestre de la legislatura se encuentra la renta de un salón en la que se organizó una fiesta para el Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Senadores, la que costó 425 mil 900 pesos sin el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
La parte más descarada de estos gastos consisten en la compra de 500 insignias troqueladas en plata ley 0.999, de dos centímetros de diámetro, por 375 pesos cada una.
La reflexión que surge de esta nota, y con motivo de la multicitada "reforma del estado" y la reeleción de representantes, es cuestionarnos de qué sirve tener a estos sujetos más tiempo usando recursos públicos. Parece un asunto de sentido común ya que la política en este momento es la que sigue aquel dicho de Carlos Hank González: "político pobre, es un pobre político." Esa, es la profesionalización de la política (principal argumento de los reeleccionistas) que se dará en los hechos.
Enlace:
[] Noticia: Senado compra agendas y relojes con cargo al erario.
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