André Bamberski es un ciudadano francés que pasó más de 20 años de su vida buscando que se hiciera justicia, en el caso del asesinato de su hija.
Su esposa se enamoró de otro hombre, Dieter Krombach, por allá de 1974. Se divorciaron y vivieron en hogares separados. Su hija en un viaje de verano a la casa de su madre murió a causa de una inyección intravenosa, supuestamente provacada por Krombach. Después, Dieter Krombach fue condenado a 15 años de cárcel por "asestar golpes y provocar heridas que ocasionaron la muerte,(de la hija) pero sin tener intención de causarla". Pero era necesaria la extradición para que pasará la condena en Francia ya que Krombach es un ciudadano alemán.
Ahí empieza la historia en la que Bamberski hizo todo lo posible por llevar a Francia al homicida.
Lo vigiló y lo persiguió durante 27 años, el alemán tuvo que cambiarse 7 veces de casa.
En los vecindarios en donde vivía Krombach se encargaba de hacerle ver a sus vecinos que entre ellos había un asesino.
Lo vigiló y lo persiguió durante 27 años, el alemán tuvo que cambiarse 7 veces de casa.
En los vecindarios en donde vivía Krombach se encargaba de hacerle ver a sus vecinos que entre ellos había un asesino.
Para el padre, las vías legales estaban agotadas así que contrató a secuestradores para que llevaran a la fuerza a Krombach a Francia, a purgar su condena. El 18 de octubre recibió una llamada telefónica en la que le decían que el delincuente ya estaba en Francia. Sólo que ahora, el padre será juzgado por secuestro, propinar golpes y causar heridas y pertenencia a banda de malhechores. Su condena podría ser de 10 años.
Él expresa:
"He arruinado mi carrera profesional, he gastado cantidades ingentes de dinero en esta tarea a la que estoy dedicado en cuerpo y alma desde hace 27 años, pero ahora, más que nunca, creo que ha merecido la pena aunque yo vaya a ser juzgado por secuestro y acabe detrás de los barrotes."
Enlace:
[] Noticia: El padre justiciero
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