“Una banda de subversivos no puede detener el progreso del país”, vociferan las ocho columnas de los diarios (una cabeza del 3 de octubre de 1968: “Una minoría sectaria pretendió desviar el rumbo de la Revolución”).
Esos fueron encabezados de periódicos que hacían referencia a la lucha del Sindicato de Ferrocarrileros y Demetrio Vallejo, durante la presidencia de Adolfo López Mateos. Carlos Monsiváis narra en su columna sobre esos acontecimientos.
En esos años dicho Sindicato fue duramente reprimido, por usar su única arma para mejorar sus precarias condiciones de trabajo: la huelga. 10 mil ferrocarrileros fueron apresados, y a los líderes se les condena por ataque a las vías de comunicación, sabotaje y por el delito de disolución social, con una sentencia de 30 años que termina en 11. "Y López Mateos es considerado el gobernante humanista que acuña su vanidoso apotegma: “En México no hay presos políticos, sólo delincuentes del orden común”.
Esos fueron encabezados de periódicos que hacían referencia a la lucha del Sindicato de Ferrocarrileros y Demetrio Vallejo, durante la presidencia de Adolfo López Mateos. Carlos Monsiváis narra en su columna sobre esos acontecimientos.
En esos años dicho Sindicato fue duramente reprimido, por usar su única arma para mejorar sus precarias condiciones de trabajo: la huelga. 10 mil ferrocarrileros fueron apresados, y a los líderes se les condena por ataque a las vías de comunicación, sabotaje y por el delito de disolución social, con una sentencia de 30 años que termina en 11. "Y López Mateos es considerado el gobernante humanista que acuña su vanidoso apotegma: “En México no hay presos políticos, sólo delincuentes del orden común”.
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[] Noticia: Los reprimo para que me entiendan
Imagen: Detención de Demetrio Vallejo