Escuelas privadas normalistas promediaron más bajo que las públicas de acuerdo con los resultados del Examen General de Conocimientos, que aplica el Ceneval a quienes están por concluir la carrera. Los peores resultados en esta evaluación se concentran en Guanajuato, Guerrero, Jalisco y Tamaulipas.
De acuerdo con el porcentaje de aprobación en la evaluación 2008, registrado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), los alumnos de estas escuelas, que están a punto de convertirse en docentes de primaria y preescolar, carecen de los conocimientos básicos para desempeñarse en un salón de clases.
Sólo en ocho escuelas de las 188 públicas y privadas, aprobó 80 y 85 por ciento de los estudiantes; es decir, sólo 4.2% de los planteles demostró que ocho de cada diez de sus alumnos sí cuenta con conocimientos generales para titularse como docente de primaria.
De acuerdo con el porcentaje de aprobación en la evaluación 2008, registrado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), los alumnos de estas escuelas, que están a punto de convertirse en docentes de primaria y preescolar, carecen de los conocimientos básicos para desempeñarse en un salón de clases.
Sólo en ocho escuelas de las 188 públicas y privadas, aprobó 80 y 85 por ciento de los estudiantes; es decir, sólo 4.2% de los planteles demostró que ocho de cada diez de sus alumnos sí cuenta con conocimientos generales para titularse como docente de primaria.
¿Cambiaría esta situación con el nuevo Secretario de educación pública, Alonso Lujambio?
No parece ser un sujeto brillante en políticas públicas, como menciona Rafael Cardona en una columna reciente:
Lujambio dijo, al menos en dos noticiarios nocturnos (ambos de Radio Fórmula, el primero de ellos el de José Cárdenas) algo sumamente peligroso: aplicar antivirales a quienes presentan síntomas, sin esperar las confirmaciones de laboratorio.
No nos vamos a esperar 10 días hasta tener la confirmación “indubitable”, los vamos a medicar desde el principio (no importa si hay dudas).
En este caso la celeridad no es un mérito, es un error. Para ponerlo en términos comprensibles para un ex consejero electoral: es como contar las boletas cuando no se ha realizado la elección.
No parece ser un sujeto brillante en políticas públicas, como menciona Rafael Cardona en una columna reciente:
Lujambio dijo, al menos en dos noticiarios nocturnos (ambos de Radio Fórmula, el primero de ellos el de José Cárdenas) algo sumamente peligroso: aplicar antivirales a quienes presentan síntomas, sin esperar las confirmaciones de laboratorio.
No nos vamos a esperar 10 días hasta tener la confirmación “indubitable”, los vamos a medicar desde el principio (no importa si hay dudas).
En este caso la celeridad no es un mérito, es un error. Para ponerlo en términos comprensibles para un ex consejero electoral: es como contar las boletas cuando no se ha realizado la elección.
Enlace:
[] Noticia: Aspiran a dar clases y sacan 5 en exámenes.
Los dislates de Lujambio
Esto ya se esperaba, pues los jóvenes que ingresan a la escuelas normales lo hacen por la seguridad de obtener un trabajo fijo al terminar la carrera. Cuando el estatuto cambió en la Normal de México, hubo deserción masiva, pues dejaron de asegurarles una plaza.