Con la tecnología de Blogger.
 
martes, 2 de octubre de 2012

Ni olvido, ni atavismo.

0 comentarios




Gutiérrez González Mauricio.



Dos asuntos cobraron relevancia el dos de octubre de dos mil doce. El primero, como es ya costumbre, rememorar la ignominiosa actuación del gobierno en contra de civiles. Y por otro lado, la convocatoria al sentón en las afueras de la sede del Senado, en contra del nuevo oprobio de otro gobierno con identidad ideológica que aquel, y que se traduce en la reforma laboral.

Ambas felonías concebidas por mentes depravadas, deben crear consciencia del nauseabundo estadio de cosas que el enemigo histórico ha mantenido durante décadas, y entonces actuar con responsabilidad. En ese sentido de mantener la congruencia, de ser responsables, es que salta a la vista la poca pericia de algunos grupos de lucha, que ante la inminente embestida de ese grupúsculo faccioso, que pretende conculcar los derechos de la clase obrera, eligen la taumatúrgica intentona de revivir a los muertos.

En este dos de octubre de dos mil doce, fue perturbadora la forma de dirigirse de muchos grupos, -estudiantes de forma esencial-, que en su orden de prelación estuvo manifestarse en contra de un acto cuya ejecución es irreparable, y aun cuando se insiste con razón, que el fuego sobre Tlatelolco, es una herida del pueblo que no ha terminado de sanar, es cierto también, que recordar esa lucha de fuerzas tan desiguales, sin tomar consciencia del presente, deviene en manifestaciones frívolas. Exigir la reivindicación de los fenecidos, mientras se permite el despojo del proletariado, convierte al movimiento de resistencia en instrumento del propio sistema, en una simplona válvula de escape. Sentirse agraviado por el pasado, sin pelear las batallas de este tiempo, es un despropósito.    
     
Mucho sorprende que nuestro líder, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, y otro prohombre, el ex senador Pablo Gómez Álvarez, convoquen a recordar los pasados baldones del enemigo histórico, y al menos en apariencia, se olviden de la apremiante necesidad de detener la aniquilación del Derecho mexicano del trabajo.

Es momento de enmendar el yerro, dejar las actitudes pasivas. Y de escuchar a hombres combativos como lo es don Gerardo Fernández Noroña, mantenerse en pie de lucha. No cabe duda que el simbolismo de hechos pasados es importante para mantener la moral del movimiento de resistencia, empero es dable pensar en acciones concretas como las planteadas en el nominado Llamamiento al pueblo de México, dado a conocer por el citado luchador social el pasado quince de septiembre de dos mil doce. Acciones que pretenden impedir de facto (y no solo como un ornamental símbolo) la aprobación de la reforma laboral; y que se han ejecutado durante la última semana en las sedes de las Cámaras que conforman el órgano legislativo federal. Son esas propuestas las que se deben llevar a cabo, sin menoscabo de evocar nuestro pasado. Solo así se logrará un impacto trascendente para los fines de la rebelión popular pacífica.

La indignación y la lucha permanente es lo nuestro, hasta que callen los agravios de los que somos objeto. Seguimos enhiestos y con el temple inmaculado. Porque el pundonor nos favorece, no aceptamos ninguna reconvención de nuestros adversarios.

Leave a Reply

Etiquetas

 
Fénix Comunicación © 2011 DheTemplate.com & Main Blogger. Supported by Makeityourring Diamond Engagement Rings

You can add link or short description here