Con la tecnología de Blogger.
 
lunes, 24 de septiembre de 2012

El socialismo utópico.

0 comentarios






Nordin Calvo

Aún con la carencia de métodos para lograr combatir la situación que se había generado a raíz de la Revolución Industrial, las ideas emergidas de esta corriente fueron de gran relevancia ya que sirvieron de base para la implementación de verdaderas acciones que favorecerían a la clase trabajadora.

La corriente del socialismo utópico, pretendía alcanzar una sociedad idealizada, perfecta, en la que el hombre se relaciona en armonía e igualdad, con ideales llevados a la práctica mediante la voluntad pacífica. Debido a ello, tales ideales se convirtieron en irrealizables en el momento de su formulación. Estas soluciones, concordando con el pensamiento de Marx, fueron útiles  cómo  un parche sobre las relaciones inequitativas de los trabajadores.

La solución que proponían, para una inmediata repercusión, se encontraba en la lucha del proletariado, quien estaba sometido a una vida precaria en la cual laboraba durante largas jornadas de trabajo, en donde el trabajo femenino e infantil era explotado, en donde los salarios eran bajos; situaciones que surgieron debido al entendimiento versado en la incapacidad de la explotación del trabajo asalariado como medio para socializar la riqueza.

Majestuosas ideas con alusión a la defensa de los derechos de la clase trabajadora surgieron de grandes personajes que propugnaron la intervención estatal para mejorar la participación de las clases populares, así  como la protección de niños y mujeres, la igualdad de sexos y  la asistencia sanitaria.

Entre esas ideas  encuentro de mayor relevancia, las aportadas por Meslier, ya que exhortando la unión de los trabajadores y su alzamiento contra los tiranos, pretendía dar paso a un Estado en donde no hubiera ricos ni pobres, opresores ni oprimidos, holgazanes y personas agotadas por un trabajo superior a sus fuerzas. Este deseo por evitar la fracción se ve entorpecido en la actualidad, es clara la necesidad de la distinción entre ciertas clases sociales, siendo meticulosos en evitar el extremismo entre una y otra; claro ejemplo notamos al estar sujetos a una ley que diferencia entre un tipo de salario mínimo y otro, siendo esta idea exteriorizada en su tiempo por Saint Simon, “cada uno debe de ser clasificado y remunerado según su capacidad y su trabajo”. 

Morell, haciendo alusión al derecho al trabajo, decía que “el trabajo es obligatorio para todos los ciudadanos”; esto, perfectamente lo podemos ver reflejado en nuestros tiempos en el artículo tercero de la Ley Federal del Trabajo; “El trabajo es un derecho y un deber sociales. No es artículo de comercio, exige respeto para las libertades y dignidad de quien lo presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico decoroso para el trabajador y su familia.”; al mismo fondo hacía referencia Cabet. Con Gerrard Winstaley interpretamos el pago en especie, con la intención manifestada en la propugna por el trueque. Desatención grave mostraríamos en caso de omitir a Santo Tomás Moro, otorgándole reconocimiento por introducir la idea del trabajo de seis horas obligatorio, permitiendo el ocio y el placer “moderados”, tema concernido en la segunda parte de su “Utopía”.

No por carecer de relevancia, sitúo las ideas consecutivamente citadas; la creación de falanges, unidades de producción y consumo cuya finalidad era la de resolver las condiciones sociales deplorables, propuestas por Fourier y la asignación de trabajo basado en el talento, denotan la aplicación teórica plasmada en artículos reguladores de relaciones laborales.

Al trabajo de Robert Owen, enfatizaré mayor importancia, debido a la trascendencia obtenida; propuso la defensa de intereses de los trabajadores por medio de Sindicatos de masas de ámbito estatal, impugnó por la prohibición del trabajo infantil, por la remuneración con salarios justos, la determinación de cantidad máxima respecto a horas de trabajo (diez horas y media), Absurdo sería pasar por alto, el hecho de ser un reformador del trabajo industrial, pues en la misma fábrica donde él era dueño, implementó medidas de beneficio para el obrero, como la supresión de las labores penosas y mantenimiento del salario en épocas de reducción de ventas.

Tras el análisis dado en forma de opinión, llegamos a plantear el desconocimiento de los utópicos de la verdadera realidad social y económica en la que se encontraban durante aquellos tiempos; y que a pesar de la tentativa de cambio que buscaban, a través de buenas intenciones, no lograron. Era una sociedad afectada por males y problemas que de una forma u otra, se proyectan hasta nuestros días.


Fuentes
Cappeletti, Angel J., El socialismo utópico, Rosario, Grupo Editor de Estudios Sociales, 1968.
Engels, Federico, Del socialismo utópico al socialismo científico [1880]. Lautaro, Buenos Aires, 1946.
Fourier, Charles, El nuevo mundo amoroso (manuscrito inédito), Siglo Veintiuno, México, 1967.

Leave a Reply

Etiquetas

 
Fénix Comunicación © 2011 DheTemplate.com & Main Blogger. Supported by Makeityourring Diamond Engagement Rings

You can add link or short description here