La Agencia Antidrogas de Estados Unidos(DEA, en inglés) informó que detuvo a dos estadounidenses que intentaban unirse a los Zetas, según informa el diario El Universal.
Los detenidos entraron en negociaciones con quienes pensaban eran miembros del narcotráfico, cuando en realidad eran agentes del gobierno estadounidense.
Kevin Corley, miembro en activo del ejército estadounidense encargado de la capacitación de soldados ofreció brindar entrenamiento a integrantes del cártel y adquirir armas para ellos. Ofreció explicaciones detalladas sobre tácticas militares y ofreció entrenamiento para 40 miembros del cártel en dos semanas.
En la acusación de la DEA también se afirma que Corley viajó a Laredo a fines de 2011 para reunirse con quienes no sabía que eran agentes encubiertos, donde les informó que ya contaba con dos equipos preparados: uno para brindar capacitación y otro para realizar lo que llamó wet work (trabajo mojado), lo cual los oficiales entienden como asesinatos por contrato, o sea, trabajo de sicario.
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