Con la tecnología de Blogger.
 
martes, 6 de abril de 2010

Los mexicanos ociosos de Russel

0 comentarios


En su libro Sociedad humana: ética y política, el filósofo analítico Bertrand Russell presentó un estudio para fundamentar el actuar político en una ética convencional, ajena a dogmas morales ciegos. En dicho texto el pensador nos ofrece diversas comparaciones y paradojas para ilustrar sus proposiciones; el galés ciertamente exagera los argumentos, pero aún así son muy esclarecedores:

1) El emperador romano Marco Aurelio, como buen estoico, sostuvo que la virtud era lo “bueno”, y que lo bueno florece en la adversidad. Sin embargo, nunca fue despótico, por lo cual privó a sus súbditos “de la dicha de los dulces beneficios de la adversidad”.

2) El regiomontano Immanuel Kant, sostuvo también que lo bueno es la virtud, y la virtud consiste en cumplir con el deber, por el deber mismo. “Si eres amable con tu hermano porque lo quieres, no tiene mérito, pero si apenas le soportas y eres amable […] eres el tipo de persona que Kant cree que se debe ser”. Kant también afirmó que existe una vida futura donde el bueno disfrutará una felicidad eterna. Así las cosas, “si Kant realmente creyera lo que él piensa que cree”, el paraíso sería en realidad un lugar donde tenemos la fortuna de hacer el bien a gente que nos odia profundamente.

3) El contemplar exclusivamente a los medios, a lo que “sirva para…”, nos priva de un verdadero sentido de la vida. Lo útil no vale sólo por ser útil. El valor gira principalmente entorno a nuestros deseos, y desde esa óptica, debiera regirse el uso de nuestras herramientas. Así pues, cuando a Russell lo llevaron a conocer la colonia mexicana en Los Ángeles, le describieron a nuestros connacionales como “vagabundos ociosos”, pero al filósofo más bien le pareció que “disfrutaban de lo que hace que la vida sea un don, y no una maldición como la que parecía caer sobre mis ansiosos y trabajadores anfitriones”. Cuando trató de explicar eso a sus amigos norteamericanos, simplemente no pudieron entenderlo. “¿Han sentido la alegría de vivir que en las comunidades sencillas expresan en el baile y en el canto?”

Colegimos que la vida sencilla, aquella que da felicidad por sí misma, se siente con honestidad, y se piensa con honestidad. El que vive sencillamente se entrega hasta donde quiere, pero no deja de entregarse cuanto quiere. Como hace lo que quiere, es feliz. Pero implica presentarse al mundo con transparencia y humildad, lo cual es harto doloroso en nuestro medio. Es más fácil pensar que sentir y darse a sí mismo.

Leave a Reply

Etiquetas

 
Fénix Comunicación © 2011 DheTemplate.com & Main Blogger. Supported by Makeityourring Diamond Engagement Rings

You can add link or short description here