Es responsabilidad nuestra preguntarnos qué tipo de sociedad estamos creando y cuáles son nuestros asuntos prioritarios. Parece que hemos dejado que la sociedad llegue al punto de negar las condiciones mínimas de vida y de dignidad a los seres humanos.
Para que esto funcione así, unos deben ganar más que otros, se necesita que algunos saquen ventaja de las desigualdades, que no se eliminen los abusos. Nuestra sociedad está construida por un puñado de abusados que le dan entrada a los gustos más banales y hacen a un lado lo necesario para el desarrollo humano. Entre esas prioridades están por ejemplo, usar el agua para "los clubes deportivos de la ciudad donde miles de felices consumidores irresponsables, chacotean bajo las regaderas durante horas y horas en cualquier momento del día. Enormes consumidores de agua para la recreación." Esto es algo que ya habíamos comentado en este espacio, al citar a Rafel Cardona. No es justo es que para que esa vida placentera tenga lugar se tengan que sacrificar las condiciones de dignidad de los otros.
En el ejido de Noxtepec de Zaragoza, los habitantes no conocen el agua limpia, sí tienen acceso al agua, pero eso sí, sólo pueden recibir 6 botes cada 2 días.
Están acostumbrados a tallar sus prendas con agua sucia, misma agua con la que se bañan cuando es posible.
Ahí, la gente está cansada, cada 3 años llega algún oportunista político en busca de votos y promete que ahora sí, agua para todos. Pero nada, la misma obra en la que ya todos saben sus papeles, unos prometen, otros se esperanzan, uno gana y todos pierden.
"Jovita a punto de llorar— asegura que no le da tristeza su situación, lo que siente es rabia porque se han burlado de ella y de su ilusión de abrir una llave de agua en casa."
Su hija a los 12 años se enteró que hay lugares en donde la gente no tiene que recorrer 2 horas y media para ir al río y poder lavar con agua limpia o 25 minutos para ir a la cisterna. Para ella era algo normal que la gente no tuviera agua con facilidad.
Enlace:
Para que esto funcione así, unos deben ganar más que otros, se necesita que algunos saquen ventaja de las desigualdades, que no se eliminen los abusos. Nuestra sociedad está construida por un puñado de abusados que le dan entrada a los gustos más banales y hacen a un lado lo necesario para el desarrollo humano. Entre esas prioridades están por ejemplo, usar el agua para "los clubes deportivos de la ciudad donde miles de felices consumidores irresponsables, chacotean bajo las regaderas durante horas y horas en cualquier momento del día. Enormes consumidores de agua para la recreación." Esto es algo que ya habíamos comentado en este espacio, al citar a Rafel Cardona. No es justo es que para que esa vida placentera tenga lugar se tengan que sacrificar las condiciones de dignidad de los otros.
En el ejido de Noxtepec de Zaragoza, los habitantes no conocen el agua limpia, sí tienen acceso al agua, pero eso sí, sólo pueden recibir 6 botes cada 2 días.
Están acostumbrados a tallar sus prendas con agua sucia, misma agua con la que se bañan cuando es posible.
Ahí, la gente está cansada, cada 3 años llega algún oportunista político en busca de votos y promete que ahora sí, agua para todos. Pero nada, la misma obra en la que ya todos saben sus papeles, unos prometen, otros se esperanzan, uno gana y todos pierden.
"Jovita a punto de llorar— asegura que no le da tristeza su situación, lo que siente es rabia porque se han burlado de ella y de su ilusión de abrir una llave de agua en casa."
Su hija a los 12 años se enteró que hay lugares en donde la gente no tiene que recorrer 2 horas y media para ir al río y poder lavar con agua limpia o 25 minutos para ir a la cisterna. Para ella era algo normal que la gente no tuviera agua con facilidad.
Enlace:
[] Noticia: Nunca he visto el agua de verdad.